Ciudad de México.- Pareciera que el mundo del deporte profesional es un lugar agradable lleno de buenos momentos, pero cada vez más deportistas se sinceran sobre las dificultades de su paso como profesionales. La tenista rumana Sorana Cirstea confesó algunos momentos desagradables en su carrera en el que tuvo un desencuentro al momento de firmar con una marca deportiva que la valoraba más por su apariencia física que por sus habilidades como deportista.
“Recuerdo cuando firmé un contrato con Adidas. Todo el tiempo, y considerando que me veían bien para ser deportista, me decían: ‘Es mejor lucir bien y ser Top-20 que no ser tan guapa y ser número uno’. Cuando tú estás en el Top-20, te ven en todos los lados, estás ahí 24 horas los siete días de la semana, en casa semana, en cada torneo. Y ellos me dijeron. ‘Es mejor ser guapa y estar en el Top-10 o en el Top-20 que fea y ser número uno’. Ahí te das cuenta de que ellos tienen sus cuotas y que todo es un mercado”, declaró Cirstea en el podcast "La Fileu" de Rumanía.
Sobre este mismo punto, la actual número 39 del mundo lamentó el poder que tiene el mercado en el deporte y que se desestimen regiones como Europa del Este de donde es originaria. “Las mejor pagadas son americanas, chinas o japonesas. En Japón, la mejor pagada es Osaka, ha sido la deportista mejor pagada en todos los deportes en los últimos años. ¡Es el mercado! Gran Bretaña vende y España también vende, declaró la rumana.
¡El Este de Europa no vende! No es lo mismo y depende mucho de ti y de tu personalidad, cómo inspiras a la gente y como te presentas, eso también importa mucho”, agregó Cirstea, quien también recordó cómo era enfrentarse a Serena Williams y de quien aseguró la hacia sentirse intimidada desde los vestuarios por el aura competitiva que desprendía, algo que la impactó mucho en sus competencias.
“Serena solía intimidarme mucho, estaba entrenada para ello, para intimidarte en el vestuario. Lo primero, Serena no quería hablar con nadie en el vestuario, con ninguna otra jugadora, pese a que teníamos un vestuario compartido. Es un poco extraño al principio cuando ves a alguien por televisión y luego te toca jugar contra ellos. En el vestuario no hablaba con nadie y tenía un aura que te intimidaba”, declaró Sorana Cirstea.
Fuente: Tribuna y YouTube Podcast "La Fileu"