Ciudad Obregón, Sonora.- Pasan los años, la lista de campeones mundiales en el país aumenta, pero a más de dos décadas de su retiro, el peldaño como el mejor de todos los tiempos de México sigue siendo para Julio César Chávez González.
El nacido en Ciudad Obregón cuenta con la marca de más peleas disputadas por el título del mundo con 37; además, tiene el récord de más aforo en una contienda de campeonato, y aunque todos esos logros demuestran la grandeza que fue en el 'Deporte de los Puños', hay una pelea que sigue viviendo en el corazón de los mexicanos, ya que se presenció uno de los mejores nocauts en la historia del boxeo.
Fue un 17 de marzo de 1990 cuando TRIBUNA hizo una cobertura especial sobre ese evento, ya que los dos mejores superligeros del momento, Julio César Chávez y Meldrick Taylor, subieron al ring para unificar cinturones.
El mexicano se plantó en el Hilton Hotel, Las Vegas, con una impresionante marca de 68-0 (55 ko's) y la corona del Consejo Mundial de Boxeo, mientras que del otro lado del ring, apareció el pugilista que era la sensación de Estados Unidos, con récord perfecto de 24-0 (13 ko's), una medalla de oro olímpica y el cinturón de la Federación Internacional de Boxeo.
Nocat para la historia
El combate sorprendió a expertos en la materia, pero sobre todo al público tricolor, pues su más grande ídolo, Julio César Chávez, era dominado arriba del ring por el norteamericano. En esta casa editorial se hizo una crónica episodio tras episodio, donde se resaltó que Meldrick Taylor, gracias a su juego de piernas y velocidad, superaba a Chávez en las tarjetas.
11 rounds fueron los que se mantuvieron a ese ritmo, pero justamente cuando faltaban 20 segundos para que terminara el reinado del 'Gran Campeón Mexicano', Julio César Chávez se reafirmó como 'El César del Boxeo', pues conectó una izquierda en el mentón de Meldrick, que aunque se levantó, Richard Steele decidió parar y decretar la memorable victoria del sonorense.
Este resultado no solo le valió a Julio César Chávez ser nombrado el mejor libra por libra del momento, sino enmarcar esa noche como una de las más recordadas en la historia del deporte y convertirse en una figura a nivel mundial.
Además, ese cloroformo cambió carreras. Después de ese golpe, el mexicano llegaría a 90 peleas consecutivas sin conocer la derrota, mientras que Meldrick Taylor tuvo su revancha y volvió a caer por nocaut con el cajemense, pero desde ese 1990 no volvería a convertirse en campeón mundial.
Fuente: Tribuna del Yaqui
