Estados Unidos.-La cantante Amy Winehouse de 27 años, la destrozó el amor, su familia, los excesos y la ambición, si tan solo hubiera asistido a su rehabilitación y la ayuda hubiera llegado a tiempo tal vez ella seguiría entre los vivos, pero su historia está llena de tragedias y dolor.
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Llena de talento y un futuro brillante, Amy partió de este mundo con tres botellas de vodka en su estómago lo que le ocasionó un fallo respiratorio a causa del coma etílico le quitó la vida tres años antes de cumplir los 30. Se encontraba en una tóxica y descontrolada relación junto a Blake Fielder, quien la introdujo al oscuro mundo de las drogas y los excesos, pues en la semana podría consumir hasta 7 mil euros en estupefacientes.
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Incluso, su padre Mitch Winehouse, contribuyó a que la interprete de Back to Black dejara este mundo de forma prematura, pues mientras la cantante se encontraba en rehabilitación en el caribe, el llegó a interrumpirlo para que pudiera filmar el documental Saving Amy, así mismo, le sugería posponer su recuperación para que ella pudiera seguir atendiendo los conciertos.
El alcohol, las drogas, la depresión y la bulimia se llevaron a una de las mejores cantantes de jazz, blues y r&b que pudieron existir, tal vez esto no hubiera sucedido si alguien hubiera puesto su fe en ella y en su vida, el trágico suceso marcó al mundo de la música.
Fuente: Infobae
