Londres, Inglaterra.- El día de la coronación de Carlos III llegó y con esto, la incómoda presencia del Príncipe Harry a la Abadía de Westminster o... ¿no? Si hubo algo que llamó la atención de los tabloides, durante todos estos meses era si el hijo menor de la Princesa Diana acudiría junto con su esposa Meghan Markle al magno evento. Y es que, durante varios meses se estuvo especulando si el soberano invitaría a los polémicos Duques de Sussex y de ser así, ¿ellos irían?
Por meses se debatió el hecho de que, si la actriz de Suits, iba a la ceremonia, acapararía inevitablemente la atención de los medios y las cosas podrían ponerse mucho peor si no asistían, porque todos estarían hablando de los grandes ausentes, por lo que la mejor opción fue que el royal pelirrojo acudiera a apoyar a su padre, mientras que Markle se quedaría en su casa en Montecito, California para celebrar el cumpleaños de su hijo, el Príncipe Archie.
Una vez que dicha duda se disipó, varios miembros de la prensa se deleitaron con obtener la imagen de un Harry solo, melancólico y relegado a no tener ningún papel durante la ceremonia de coronación, pero todo parece indicar que se quedaron esperando, puesto el Duque de Sussex que se presentó era alguien que fue descrito como "alegre hasta el punto de ser engreído", esto según las declaraciones de la experta en lenguaje corporal Judia James del medio estadounidense Page Six.
Según las declaraciones de la autora de La Biblia del Lenguaje Corporal, Harry brilló por lucir extremadamente feliz, pero no se trataba de una alegría fingida, sino por el contrario, parecía que los eventos de los últimos dos años no hubieran ocurrido. Incluso su actitud le recordó a la experta su manera de ser cuando aún era joven y disfrutaba de hacer bromas con su familia, en cada evento de gran importancia.
Apostaba a que Harry asistiría luciendo solitario y aislado sin Meghan Markle, usando algunos rituales de ansiedad como su característica palmadita en el estómago, la expresión de sus ojos encantados y el violín del anillo de bodas para sentirse cómodo mientras sufría la explosión ártica de los otros miembros de la realeza", aclaró la experta
La experta señaló que uno de los motivos por los que Harry pudo haber lucido encantando durante la ceremonia fue porque lo sentaron junto a sus primas, quienes son consideradas como miembros de su "pandilla real leal, la princesa Eugenia y la princesa Beatriz, así como sus esposos, Jack Brooksbank y Edoardo Mozzi, con quienes siempre ha llevado una gran relación, lo que le habría dado un sensación de verdadera familiaridad.
Harry llegó riendo y bromeando, e incluso hizo una mímica que sugería que se refería a la panza de Eugenie que estaba muy embarazada y que hizo que todos se rieran. Él se echó hacia atrás cuando todos entraron para asegurarse de que estaba caminando solo, pero este no era un camino solitario, triste y que inducía a la simpatía. Harry saludó al clero con calidez y adoptó un andar optimista, ligeramente balanceado y de paso ancho para sugerir una alegría, realmente alegre
Según información brindada por la experta en lenguaje corporal, durante un breve instante se pudo apreciar que Harry y William se dirigieron una mirada con severidad, pero más allá de ello, ambos tenían expresiones complejas en su mirar, lo que de cierta manera le pareció un reflejo de lo complejos que eran los sentimientos de ambos hermanos, lo cual se acrecentó cuando Carlos, William y Kate avanzaron por el pasillo para retirarse de la Abadía.
Fuentes: Tribuna