Ciudad de México.- Salir a disfrutar de las calles de la capital mexicana, en especial las ubicadas en el primer cuadro de la urbe es una de las actividades más populares tanto para residentes como extranjeros y, si aunado a este evento se suma una terraza con vista al Zócalo capitalino acompañada de alimentos, bebidas y alguna foto para presumir en redes sociales, el plan suena casi irresistible; sin embargo, los establecimientos han optado por sacarle provecho a la actividad y hasta han llegado a cobrar por el uso de tal panorama.
Fue el pasado 22 de octubre cuando en redes sociales la periodista Betzabé Zumaya quien trabaja para un canal de televisión en Rusia evidenció que, al regresar a México en calidad de visitante pero al final siendo mexicana, recibió en la nota de servicio un cargo extra por hacer uso de la parte del mirador, lo que por persona representaba el cobro de 50 pesos, dando como total 200 pesos extra a pagar, algo que causó indignación entre los internautas pues ahora los mismos restaurantes estaban cobrando el uso del establecimiento más si incluye una vista como la antes mencionada.
"Lleve a unos amigos chilenos a una terraza frente a Palacio Nacional y esta fue la cuenta, unos tacos de arrachera de casi 500 pesos, sigo sin creerlo", escribió.
Tras este evento, la Autoridad del Centro Histórico encabezada por José Manuel Oropeza Morales y elementos de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), realizaron un operativo a modo de verificar que los restaurantes que contaran con terrazas que tienen vista al Zócalo o a algún otro espacio del primer cuadro de la capital, no cobrarán por gozar de los miradores y, tan solo el pasado 26 de octubre se visitaron un total de 24 restaurantes a los cuales se les pidió demostrar que no había cobros excesivos.
Dado que se tiene conocimiento de más denuncias de este tipo además del de la comunicadora, la Profeco optó por instalar un módulo de atención sobre la calle Monte de Piedad donde además de atender anomalías, se entregan trípticos con información relevante que evitaría que este tipo de conducta afecte tanto a los nacionales como a los extranjeros, en especial porque durante la temporada de Día de Muertos se espera una importante derrama económica aunada al turismo.
Fuente: Tribuna