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Autosuficiencia alimentaria la fracasada política de la 4T en México

El presidente López Obrador prometió que el país produciría los alimentos necesarios para satisfacer la demanda, para así no depender de las foráneos. En lugar de eso, las importaciones están a niveles históricos, sobre todo en granos como el trigo, mientras los productores agonizan sin apoyos

Autosuficiencia alimentaria la fracasada política de la 4TCréditos: Internet
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Ciudad de México.- En una de sus líneas discursivas más nacionalistas, el presidente Andrés Manuel López Obrador prometió que México lograría la autosuficiencia alimentaria antes de finalizar su mandato; era entonces una apuesta muy arriesgada que todo indica terminará perdiendo con dureza. 

Que México lograra equilibrar la balanza comercial en alimentos habría sido sumamente relevante, pues permitiría un mercado interno más fuerte, con mayor consumo en razón de precios más competitivos para el consumidor. 

En cambio, lo que terminó pasando es que el Gobierno Federal ha puesto contra la pared a varias de las actividades productivas primarias más importantes, ya sea por regulaciones o por abandono, tal como ocurrió con los productores de trigo y maíz en buena parte del país, incluyendo Sonora.

López Obrador incluso llegó a decir el año pasado que luchar por la autosuficiencia era indispensable para disminuir la inflación, que tanto en 2022 como parte de 2023 azotó con furia al país. 

En el caso de los alimentos no hemos logrado la autosuficiencia alimentaria. Tenemos que seguir con ese propósito. Por eso el plan de entregar los fertilizantes de manera gratuita. Somos autosuficientes en maíz blanco, pero no en maíz amarillo. Ya logramos la autosuficiencia en frijol, pero nos falta en arroz y también en cárnicos y en trigo harinero y, así, necesitamos seguir impulsando la actividad productiva, y lo vamos a seguir haciendo”, dijo hace un año.

Varios son los factores que han frenado el interés por alcanzar el objetivo y no todos pueden ser achacados al gobierno, aunque a éste, de acuerdo con los expertos, le ha faltado realmente tener una visión y un programa con recursos económicos y técnicos. 

Han sido más buenas intenciones que recursos realmente por parte del gobierno; hablamos de que en el discurso suena bien, esperanzador, pero en los hechos no hay nada real para lograrlo, porque para ello se necesitan recursos casi infinitos, pues competir contra los exportadores internacionales y llevar a las industrias y comercios de gran escala a consumir internamente, es tarea titánica”, explica el investigador Pablo Jiménez.

Encima de esta falta de planeación por parte de la autoridad, está el crecimiento de la demanda interna de ciertos productos alimenticios, así como la fortaleza del peso frente al dólar. De acuerdo con el Grupo Consultor de Mercados Agrícolas, desde 2020 el crecimiento de importación no ha parado, sobre todo en el caso de los granos. 

  • Los granos, el reto 

Durante la primera parte del año, el gobierno federal empezó una disputa con los productores de maíz y trigo en el país; los trigueros de Sonora, por ejemplo, lucharon hasta donde pudieron por obtener un precio de garantía a su producción, que cargaba con un precio castigado por el exceso de producto en el mundo. 

Pero ni los agricultores de Sonora, Sinaloa o Jalisco obtuvieron más que desprecio, pues no hubo precio de garantía, ni apoyos o subsidios suficientes, pese a que es precisamente en los granos donde México tiene mayor déficit. 

Datos oficiales revelan que en 2020 y 2021 se importaron más de 50 millones de toneladas de maíz; al corte del primer trimestre de este año, las autoridades federales reconocen que la dependencia de las importaciones de granos alcanza el 49%.  En trigo, hay una dependencia de 56%.

Fernando Cruz, consultor en el tema, reconocer que el país tiene un problema para producir a gran escala y, mediante ello, crecer en la producción de granos.

El Censo Agropecuario de 2022, reveló que casi tres cuartas partes de las unidades productivas tienen sólo cinco o menos hectáreas, por lo que una producción a los niveles requeridos resulta más que complejo.

Al cierre de mayo, el valor de las compras de alimentos alcanzó los 18 mil 682 millones de dólares; tan sólo en granos y oleaginosas, donde se engloban varios de los productos más consumidos por la población, se importaron 17.3 millones de toneladas, un nivel récord de acuerdo con los análisis del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas.

El análisis del Instituto Mexicano para la Competitividad relata que en realidad lo que México tendría que hacer es “hablar sobre seguridad alimentaria y no de autosuficiencia, que es ya un término mucho más avanzado”.

Esto porque se sabe que el gobierno federal ha intentado restringir el comercio de alimentos a escala internacional de forma unilateral sin estar listo para producir lo que se necesita.

 

  • Importaciones de alimentos
    (En millones de dólares) 
    2019- 7542
    2020- 7078
    2021- 8526 
    2022- 10063 
    2023- 18682*
    *Hasta mayo

Fuente: Tribuna