Ciudad de México.- Después de su extradición a los Estados Unidos, Ovidio Guzmán, mejor conocido como ‘El Ratón’ o ‘El hijo del Chapo' ha regresado al ojo público, sobre todo porque la población se pregunta sobre la vida de este capo criminal, quien fue capaz de crear una guerra en unos cuantos minutos durante el famoso culiacanazo, se trata de un hombre que toda su vida soñó con ser narcotraficante, no había otra opción, era hijo del más famoso, Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán.
Ovidio nació el 29 de marzo de 1990, hijo de Griselda López Pérez, segunda esposa del capo criminal. De todos los sucesores del Chapo, Ovidio Gúzman es el único que logró construir un imperio de la droga del mismo nivel, es el líder de ‘Los Chapitos’, una facción del Cártel del Pacífico, Guzmán López, en enero pasado este grupo protagonizó un intento de rebelión, bloqueos en las calles, tiroteos, incendios, lo que dejó como saldo 29 muertos, en lo que se conoció como el segundo culiacanazo.
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Se trata del cuarto hijo de ‘El Chapo’, el menor después de Iván Archivaldo, Jesús Alfredo y Joaquín. A diferencia de sus hermanos, la educación de Ovidio Guzmán fue diferente, creció en la colonia Jardines del Pedregal, en la Ciudad de México, una de las más exclusivas de la capital. En ese momento su padre cumplía con su primera condena de 20 años, mientras que ‘El Ratón’ estaba inscrito en un colegio de Los Legionarios de Cristo en la CDMX.
Fue a inicios de los 2000 cuando Ovidio regresa a Culiacán, momento en que su historia en el mundo de las drogas inicia. De acuerdo con el Departamento de Estado de los Estados Unidos, ‘El Ratón’ heredó el negocio de uno de sus hermanos en 2008, cuando solo tenía 18 años, desde entonces, junto con su hermano Joaquín invirtieron para comprar marihuana y cocaína. Asimismo, importaron efedrina de Argentina, con lo cual iniciaron con el negocio de la metanfetamina.
Desde entonces, la facción de Los Chapitos creció hasta dominar Culiacán y sus alrededores, más de 10 años de violencia hasta que el 17 de octubre de 2019 el Ejército logró detener a Ovidio en su domicilio; sin embargo, esto generó un conflicto sin precedentes en la zona, sus seguidores salieron a las calles a quemar coches, bloquear avenidas y enfrentarse a balazos, lo que se conoció como El Culiacanazo, fue tanta la violencia que el presidente Andrés Manuel López Obrador decidió soltar al capo de la droga.
Ovidio no dudó en efectuar masacres en lugar de escapar, su grupo se ha enfrentado con armas de alto calibre en contra de militares. Se trata de un narcotraficante que decidió cumplir su sueño, la vida no lo obligó, tuvo la opción de convertirse en doctor, maestro o ingeniero, pero decidió seguir los pasos de su padre. Su segunda detención fue igual de violenta. Sin embargo, en esta ocasión las autoridades triunfaron y el capo criminal ya está en los Estados Unidos a la espera de una condena.
Fuente: Tribuna