Ciudad de México.- El estrés es un fenómeno que no distingue edades y puede afectar tanto a adultos como a niños. Aunque se asocia comúnmente con la población adulta, los menores también pueden experimentar altos niveles de estrés que afectan su bienestar y desarrollo. Ante esta realidad, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ha ofrecido pautas para identificar y abordar el estrés infantil de manera efectiva.
Según la profesora Karla Cervantes, de la Facultad de Psicología de la UNAM, el estrés en los niños puede tener manifestaciones tanto positivas como negativas. El estrés positivo puede ayudar a mantener a los niños alerta y activos ante desafíos cotidianos, como olvidar una tarea o llegar tarde a una actividad. Sin embargo, cuando el estrés se vuelve constante y genera ansiedad, puede tener efectos negativos en la vida del menor.
Entre los factores que pueden desencadenar estrés negativo en los niños se encuentran el acoso escolar, la falta de amigos, cambios significativos en su vida o rutina, problemas económicos o familiares, y eventos traumáticos cercanos. Es fundamental que los adultos estén atentos a las señales que indican la presencia de estrés en los niños, tanto en su comportamiento como en su salud física y emocional.
Algunos indicadores de estrés en los niños incluyen la distracción excesiva, la irritabilidad, dificultades para dormir, dolores de cabeza frecuentes y regresiones a etapas anteriores de desarrollo. Es importante no desestimar los problemas que los niños puedan enfrentar y brindarles apoyo emocional y orientación para encontrar soluciones.
Para ayudar a un niño con estrés, la UNAM sugiere cuatro consejos clave: orientarlo para buscar soluciones a sus problemas, no desestimar sus preocupaciones, involucrarse activamente en su bienestar y respetar su proceso de desarrollo. Los padres y cuidadores deben estar presentes y disponibles para escuchar y apoyar a los niños en momentos de estrés, fomentando un ambiente de confianza y seguridad.
En resumen, la identificación temprana y el manejo adecuado del estrés infantil son fundamentales para promover el bienestar y el desarrollo saludable de los niños. La guía proporcionada por la UNAM ofrece herramientas prácticas para ayudar a los adultos a reconocer y abordar el estrés en los más pequeños, contribuyendo así a crear entornos seguros y protectores donde los niños puedan crecer y prosperar.
Fuente: Tribuna