Toluca, Estado de México.- La Mariposa Monarca es uno de los principales atractivos turísticos de Michoacán y el Estado de México; sin embargo, parece ser que su presencia en el país ya no es agradable, ya que, de acuerdo con un reporte de World Wildlife Fund (WWF), la llegada de estos insectos a santuarios en tierras mexicanas disminuyó al menos el 60 por ciento durante 2023. Incluso, dos de los cinco espacios del Estado de México no registraron presencia.
En ese sentido, el hecho de que la Mariposa Monarca no llegara se debe a los inviernos secos, así como a la actividad humana que realiza tala ilegal, así como a la falta de plantas polinizadoras y nectaríferas. Estos factores no sólo ponen en peligro a las monarca, sino a otros insectos cruciales para la producción de alimentos. Asimismo, se confirmó que los dos santuarios que no tuvieron llegada de la mariposa son Piedra Herrada y El Capulín, ubicados en Donato Guerra y Temascaltepec, Estado de México.
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Cada otoño, después de un largo viaje de cuatro mil 200 kilómetros, la mariposa Monarca llega a México para pasar el invierno, hibernan en los límites de Michoacán y el Estado de México, en las montañas del Eje Neovolcánico, cubiertas por bosques de oyamel, pino, pino- encino, encino, y cedro. La Reserva de la Biosfera Mariposa Monarca se localiza al oriente del estado de Michoacán en los límites con el poniente del Estado de México.
La ubicación de los santuarios abarca los municipios de Temascalcingo, San Felipe del Progreso, Donato Guerra y Villa de Allende en el Estado de México, y Contepec, Senguío, Angangueo, Ocampo, Zitácuaro, y Aporo en el estado de Michoacán. Los Santuarios de la Monarca, considerados entre las cuatro bellezas naturales reconocidas por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad en suelo nacional, estarán abiertos al público de noviembre a marzo del siguiente año.
El éxodo de la Mariposa Monarca
La mariposa monarca viaja más de 4 mil kilómetros desde Canadá y Estados Unidos hasta los bosques de los estados de Michoacán de Ocampo y Estado de México, zona considerada como patrimonio natural de la humanidad. Cada año, entre octubre y marzo, las mariposas monarca encuentran en los bosques mexicanos las condiciones ideales para desarrollarse y aparearse: altitud, temperatura, humedad y exposición a los rayos solares, entre otros.
Fuente: Tribuna, WWF México