Ciudad de México.- El uso continuado y el paso del tiempo producen un desgaste progresivo, y no dormir en el colchón adecuado puede ser una molestia. Son muchos los factores que pueden influir en la calidad de nuestro sueño, como los estados de ánimo o el estrés diario, pero la calidad de nuestro colchón también es muy importante.
Son pocos los elementos que pueden afectar tanto a nuestra salud, a nuestra felicidad y a la efectividad en tu vida diaria como lo es el colchón sobre el que dormimos. El nivel de descanso que consigamos está directamente relacionado y una cama en malas condiciones puede provocarnos cansancio, problemas para dormir y dolores corporales. Por eso, es clave pensar en la compra de uno nuevo como una inversión para mejorar tu calidad de vida y reemplazar al anterior de acuerdo a diversas pautas.
Factores que pueden influir en la vida útil de tu colchón
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El paso del tiempo
Los humanos pasamos, aproximadamente, un tercio de nuestra vida durmiendo. A razón de 8 horas diarias de sueño, una persona de 80 años de edad, se estima que pasó unos 26 años de su vida solamente durmiendo. Esto es mucho tiempo para pasarlo de forma incómoda. Si quieres saber cuánto durará tu colchón, es importante tener en cuenta que los materiales en los que está confeccionado pueden afectar su vida útil, pero cualquier producto que tenga más de 10 años tiene que ser cambiado, sin importar lo que haya salido o la calidad que tuviera al comprarlo.
Sin embargo, hay modelos de menor nivel, lo que se traduce en una vida útil más breve. En esos casos, pasados entre 7 y 9 años, el colchón ya perderá todas las condiciones que te hicieron elegirlo en su momento y ya no te permitirá alcanzar un descanso ideal, y puede perjudicar a tu espalda y articulaciones.
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Uso
Otro de los factores que la mayoría de los expertos en el tema destacan como un indicador de que ha llegado el momento en que debes cambiar tu colchón es el uso que se le ha dado al mismo. Piensa en todo el tiempo que estás acostado, ese tiempo siendo utilizado influye directamente en el desgaste del modelo.
¿Esto quiere decir que un colchón que usó esporádicamente tendrá una mayor vida útil que uno que usó todos los días? No necesariamente, tal vez soporte un poco más el paso del tiempo, pero el descuido por el desuso también afecta a los materiales que lo conforman. Siempre piensa en la calidad de tu sueño: si este ha empeorado, aunque sea un colchón que usaste poco, probablemente sea momento de cambiarlo.
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Problemas para descansar
Uno de los principales motores a la hora de pensar en cambiar tu colchón por uno nuevo está directamente relacionado a los problemas que tengas para conciliar el sueño. Pueden ocurrir diversas circunstancias por esto: o puedes tener dificultades para dormir, por más cansado que estés, o bien también puede suceder que te sea muy difícil levantarte a la mañana o sientes que no has descansado nada, a pesar de haber dormido varias horas.
Cualquiera de estas dos situaciones te llevarán a tener que enfrentarte a tu rutina con mucha menos energía, impidiéndote desarrollar las labores que hagas de la manera más eficiente. Además, la falta de sueño puede afectar a nuestra concentración o a nuestro sentido del humor, volviéndonos irritables y provocando que la mirada que los demás tengan sobre nosotros cambie. Si te están sucediendo algunas de estas cosas, tal vez sea momento de cambiar el colchón por uno que te ayude a tener un sueño reparador.
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Deformaciones en la superficie
Ya hemos dicho que estaremos acostados, aproximadamente, unas 8 horas diarias en nuestra cama. Es mucho el tiempo en que nuestro cuerpo se encuentra reposando en la superficie de la misma, y con ello, nuestro peso va haciendo “huella” en el colchón. Es parte del proceso natural que implica su uso, por lo tanto, es un desgaste inevitable.
Las zonas de bultos o los hundimientos que pueden producirse con los años de uso, pueden provocar incomodidad durante las horas de sueño, lo que puede afectar considerablemente a nuestra espalda y articulaciones. Tienes que prestarle atención a las señales que te da el cuerpo: si todas las mañanas te levantas con dolor de espalda o con dolor articular, es un mensaje claro de que debes renovar tu cama.
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Falta de estabilidad
Relacionado con la idea anterior, algunos modelos, como el colchón y box matrimonial, están pensados para aportar una mayor estabilidad y firmeza a la hora de dormir. Algunas personas buscan camas más suaves y esponjosas, que cedan al peso del cuerpo, pero otras prefieren superficies más rígidas, que sostengan mejor, den más estabilidad y sirvan, sobre todo, para personas con problemas de espalda.
Un colchón con box matrimonial da otro nivel de estabilidad al cuerpo en reposo. Si un colchón es de buena calidad, la complementación con un soporte tipo box será ideal para brindarte un descanso reparador. Pero tanto el soporte como el colchón no son eternos, el box puede romperse y ser necesario de cambiar y el colchón, por más beneficios que haya tenido cuando se compró, también se verá afectado por el uso y el paso del tiempo.
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Problemas de alergias
Si todos los días, al momento de despertar, sientes que tienes algunos síntomas típicos de un ataque de alergia, como pueden ser estornudos, tos, dolor de garganta o mucosidad que se van pasando a lo largo del día y que solo vuelven a la mañana siguiente, es muy probable que el colchón esté reteniendo ácaros y polvo, ambas señales inequívocas de que debes cambiar tu colchón por uno nuevo.
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Materiales de fabricación
Los materiales en que esté confeccionado el colchón también son un punto clave al analizar su calidad y su durabilidad. Si el mismo está hecho con materiales de primera línea, lo más seguro es que sea más duradero que la media, aunque eso sí, probablemente cueste más. Sin embargo, al día de hoy pueden encontrarse modelos fabricados con elementos de primera calidad que pueden resultar económicos gracias a las ofertas especiales que puedan llegar a conseguirse.
En cambio, si el colchón que elegiste está diseñado con materiales más pobres o de desgaste más rápido, durará mucho menos, y este tiempo se reducirá aún más si consideramos tener a ese colchón como uno para utilizar a diario. Un modelo hecho con espuma básica al que se lo exige mucho puede incluso menos que el mínimo de 7 años que mencionamos anteriormente si se lo descuida demasiado.
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Cantidad de personas que usarán el colchón
Un factor clave, sobre todo si tienes hijos y mascotas. Los más pequeños de la casa suelen ponerse a jugar sobre la cama de sus padres y tanto ellos como las mascotas que se suben al colchón, pueden provocar un peso extra que vuelva al mismo inestable, además de que pueden ser los culpables de dejar manchas o daños de los que luego nos arrepentiremos. Este también puede ser un factor que puede obligarnos a cambiar nuestro colchón.