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La economía invisible: El negocio millonario de los datos empresariales que nadie ve

Descubre la economía subterránea donde los datos empresariales valen más que los productos. Analizamos el negocio del data broking, los riesgos éticos, el vacío legal y cómo la información interna está redefiniendo el poder en los mercados financieros, logísticos y minoristas.

La economía invisible: El negocio millonario de los datos empresariales que nadie ve
La economía invisible: El negocio millonario de los datos empresariales que nadie ve

Ciudad de México.-  Pocas veces una organización conoce el valor de sus datos como lo conocen de sus productos o servicios.  Pero en muchos campos los datos internos se están convirtiendo en una moneda más valiosa que las propias ventas.  Esta revolución silenciosa está creando una economía subterránea en la que la información es más valiosa que el producto que la crea.

Esto se siente especialmente en el sector financiero, logístico y minorista.  Las empresas que capturan datos sobre comportamiento de cliente, historial de compras o eficiencia operativa no solo los aprovechan para mejorar sus procesos, sino que generan nuevos ingresos vendiéndolos de manera anonimizada a terceros.  En este caso, sitios que monitorean el valor del bitcoin en dólares son un ejemplo extremo de cómo los datos en tiempo real impulsan mercados completos.

El negocio del "data broking": ¿qué se vende y se compra?

El ciclo secreto del dato empresarial

Cada clic, cada compra, cada minuto en una página web deja rastro.  Y aunque el usuario no lo note, muchos de estos datos acaban en bases de datos que nutren una industria multimillonaria: la del data broking.  Compañías como Acxiom, CoreLogic o Experian se dedican a comprar, limpiar, clasificar y revender datos a aseguradoras, bancos, gobiernos y firmas de inversión.

Esta cadena abarca desde el seguimiento de teléfonos celulares hasta el análisis de patrones de tráfico en supermercados o páginas web.  Un informe de Grand View Research valoró en 346 mil millones de dólares el mercado mundial de servicios de análisis de datos para 2030, con crecimiento en todos los sectores, desde la salud hasta la agricultura.

Más allá del dato personal: la explosión del dato corporativo

Mientras la gente se preocupa por la privacidad de sus datos personales, existe otro tipo de información mucho menos regulada y muy valiosa: los datos empresariales.  Cuánto vende una cadena de supermercados por zona, qué proveedores usa una compañía para sus materias primas o cómo cambia el tráfico logístico en áreas industriales pueden marcar la diferencia en el mundo de la bolsa y la inversión.

Empresas de inteligencia competitiva, como CB Insights o SimilarWeb, sacan tajada de estos datos, vendiendo informes en profundidad que ayudan a los grandes capitales a anticiparse al mercado.  Esta práctica es lícita siempre que los datos sean agregados y no contengan información confidencial individualizada.

Riesgos, ética y un mercado en expansión

Asimetrías que se convierten en ventajas injustas

El acceso preferencial a ciertos datos genera una ventaja injusta en la competencia.  Por ejemplo, si un fondo de cobertura se entera por fuentes de segundo orden de que una empresa tiene problemas de logística antes de que se haga público, puede adelantarse y vender sus acciones antes de que caigan.  Esta información no siempre es ilegal, pero siempre plantea serios problemas éticos.

Los casos de mal uso de datos corporativos no son aislados.  En 2021, el Wall Street Journal informó cómo empresas de datos compraban información de aplicaciones móviles para seguir los lugares que visitaban los usuarios y así predecir la salud financiera de las marcas sin que estas lo supieran.

Legislación a la zaga de un nuevo fenómeno

Hoy en día la ley de datos empresariales se queda muy atrás de la tecnología.  Si bien hay leyes como el GDPR en Europa o la CCPA en California que protegen los datos personales, los datos corporativos o agregados aún se encuentran en una especie de "zona gris" legal.  Esto permite que el negocio prospere sin mucho control mientras los reguladores tratan de entender lo que ya está sucediendo.

En América Latina, por ejemplo, la mayoría de los países cuentan con leyes de protección de datos personales, pero no regulan explícitamente el tratamiento de datos que generan empresas, proveedores o máquinas conectadas en entornos industriales (IoT).  Esto crea un vacío legal que podría costar dinero si no se soluciona pronto.

Lo que viene: del dato al poder

Espera que en los años venideros surjan empresas dedicadas a auditar, certificar y proteger la trazabilidad de los datos que se venden.  Así como la contabilidad se profesionalizó, el mercado de datos necesita transparencia y ética certificada.  Algunas iniciativas ya están en curso, como las de la OCDE o el Foro Económico Mundial, para establecer códigos de conducta en el uso de datos empresariales.

También están apareciendo plataformas que dan blockchain como servicio para certificar la procedencia y la integridad de los datos que se negocian.  Esto no solo genera mayor confianza en el mercado, sino que podría dar pie a una nueva economía de "data tokens" en la que las empresas reciban una retribución cada vez que sus datos sean utilizados.

Al fin y al cabo, mientras el producto permanece en la estantería, el poder se está trasladando a los servidores.  Y quien controle los datos, controlará los mercados.

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