Ciudad de México.- Recorrer México por carretera es una experiencia que revela sus contrastes, desde paisajes montañosos hasta llanuras desérticas. Sin embargo, algunos de estos trayectos conllevan riesgos, no solo por su geografía o el clima, sino también por el alto tráfico y, de manera creciente, por la inseguridad. Estos son cinco ejemplos de las carreteras que actualmente son consideradas las más peligrosas del país.
Autopista México-Puebla (150D)
Considerada un "foco rojo" nacional, esta autopista combina una altísima densidad vehicular con un grave problema de inseguridad. El tramo, especialmente entre la Ciudad de México y la zona de San Martín Texmelucan, y más adelante en las Cumbres de Maltrata (hacia Veracruz), es notorio por los asaltos a vehículos particulares y el robo a transporte de carga. Además, los bancos de niebla densa en la zona montañosa provocan numerosos accidentes por alcance y carambolas, convirtiéndola en una ruta de múltiples riesgos.
Autopista México-Querétaro (57D)
Es la columna vertebral del transporte en el centro del país y, por ende, una de las más transitadas y peligrosas. Su principal riesgo radica en el volumen extremo de tráfico, con una mezcla constante de vehículos pesados y automóviles ligeros. Esto genera una alta incidencia de accidentes, muchos de ellos fatales. A este peligro se suma la delincuencia, con reportes frecuentes de asaltos a automovilistas detenidos en el tráfico y robos a camiones de carga, especialmente durante la noche.
Autopista Monterrey-Nuevo Laredo (85D)
Esta vía es crucial para el comercio internacional entre México y Estados Unidos, pero su ubicación la ha convertido en una ruta de alto riesgo por la presencia de la delincuencia organizada. Durante años, ha sido escenario de asaltos, desapariciones forzadas y enfrentamientos. Aunque la vigilancia ha aumentado, los conductores, tanto de vehículos particulares como de carga, siguen reportando un alto nivel de peligro, por lo que se recomienda extremar precauciones, viajar de día y, si es posible, en caravana.
Carretera Federal 2D, La Rumorosa
El peligro de esta emblemática carretera que une Mexicali y Tijuana es puramente geográfico y climático. Su trazado se caracteriza por curvas vertiginosas, pendientes pronunciadas y barrancos imponentes que exigen máxima concentración al volante. El mayor riesgo son los famosos vientos de Santa Ana, que pueden alcanzar ráfagas de más de 100 kilómetros por hora, capaces de desestabilizar e incluso volcar vehículos pesados. En invierno, la nieve y el hielo ponen aún más difíciles las cosas.
Carretera Federal 40, Espinazo del Diablo
Aunque la nueva autopista Durango-Mazatlán ofrece una alternativa mucho más segura, la carretera libre sigue siendo un ícono del peligro en México. Este tramo de la Sierra Madre Occidental es legendario por sus más de mil curvas, angostos carriles al borde de precipicios y la constante niebla que aparece sin previo aviso, reduciendo la visibilidad a casi cero. Es una ruta que pone a prueba la pericia y los nervios de cualquier conductor.
Fuente: Tribuna
