Alberta, Canadá.- La tarde de este lunes 25 de julio, el Papa Francisco sostuvo una reunión con comunidades indígenas de Canadá, tales como miembros de las Primeras Naciones, Metis e Inuit en Maskwacis, ubicada en la ciudad de Alberta, a quienes les pidió perdón por los casos de abuso cometidos en el pasado por miembros de la Iglesia Católica, en especial en los internados donde hace algunos meses se encontraron restos de niños quienes en el proceso de evangelización, fueron víctimas de abuso físico, sexual y psicológico.
Cabe destacar que la visita del Papa Francisco a Canadá estaba agendada desde hace varios meses e incluso, había prometido que cumpliría con ella luego de haber recibido a algunos de los representantes de estas comunidades en Roma; sin embargo, se temía que su viaje a Canadá se cancelara como ocurrió con la programada a El Congo debido a los problemas de salud que enfrenta, entre ellos los que limitan su movilidad, algo por lo que manifestó que el viaje sí se realizaría pese a todo pronóstico.
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Luego de varias horas de viaje, el representante de la Iglesia Católica aseguró que los casos de abuso cometidos en el pasado fueron devastadores, por lo que ante representantes de los medios de comunicación y las comunidades afectadas manifestó: "(Pido perdón) por el mal que tantos cristianos cometieron contra los indígenas", algo por lo que incluso pidió que se abriera una investigación seria para esclarecer los hechos ya que una vez que salieron a la luz, tanto autoridades canadienses como de todo el mundo, lamentaron que se violaran los derechos humanos, al tiempo que para el Papa también se cometió una grave "destrucción cultural".
"Estoy dolido. Pido perdón por la forma en la que muchos miembros de la Iglesia y de las comunidades religiosas cooperaron, también por medio de la indiferencia, en esos proyectos de destrucción cultural y asimilación forzada", manifestó.
El Papa Francisco, de 85 años de edad, hizo uso de una silla de ruedas para cumplir con los eventos de la agenda; incluso, fue recibido con ofrendas de parte de los indígenas canadienses que celebraron que acudiera ante ellos para ofrecer este perdón, sobre todo cuando se descubrió que al rededor de 150 mil niños habían sido llevados contra su voluntad a los internados cuyo objetivo era evangelizar, lugares donde desde 1881 y hasta 1996 se vivieron casos de abuso que sacudieron a la comunidad internacional, derivando que este hecho fuera considerado "genocidio cultural".
"Este es un viaje de penitencia. Digamos que ese es su espíritu", manifestó el Santo Padre.
Fuente: Tribuna