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Empleados de ChatGPT denuncian condiciones laborales; habrían 'destruido' su salud mental

Antiguos empleados de un subcontratista de OpenAI han presentado una petición ante el Parlamento para intentar regular este sector en crecimiento

Empleados de ChatGPT denuncian condiciones laboralesCréditos: Internet
Escrito en MUNDO el

Ciudad de México.- ChatGPT no es sólo un algoritmo que tiene la respuesta a casi todo. Para construir la famosa herramienta de inteligencia artificial (IA) lanzada a finales de 2022, se contrataron miles de manos en todo el planeta para entrenarla para que responda bien.

Un empleado que no quiso dar su nombre realizó este trabajo durante cinco meses, entre finales de 2021 y principios de 2022. Este joven keniano de 30 años lideró un equipo de quince personas que entrenaron al futuro ChatGPT para discernir comentarios de odio, violentos o de acoso. En el marco de este contrato con el diseñador de OpenAI, su trabajo consistía en leer, durante todo el día, textos que se encuentran en todos los rincones de la web y adjuntarles calificadores precisos o etiquetas para aquellos mensajes con carga negativa. Un segundo equipo fue asignado a textos de naturaleza sexual.

Al principio, cuando empiezas a leer este contenido, todo está bien", contó el trabajador. "Pero cuando lees esto continuamente, comienza a filtrarse en tu cabeza. Uno de mis compañeros era una persona muy jovial y extrovertida. Cuando terminó el proyecto en marzo de 2022, estaba totalmente cambiado, tenía miedo de todo". Necrofilia, suicidio, abuso infantil… Hora tras hora, texto tras texto, varios exempleados describieron haber desarrollado problemas de ansiedad, sueño o sexualidad. En un momento casi todo el equipo pidió darse de baja.

Varios empleados pidieron su baja
  • Daño a la salud mental

El contrato iba a durar un año. Pero se solicitó la rescisión inmediata después de que los equipos atrajeran la atención de la dirección. Por su parte, OpenAI reconoció por correo electrónico la dificultad de este trabajo para los subcontratistas. "Sus esfuerzos por garantizar la seguridad de los sistemas de inteligencia artificial para el usuario son de inmenso valor", se leía en el correo.

De hecho, el valor de este trabajo está en el centro de varios casos que han sacudido el ecosistema tecnológico de Nairobi. La capital de Kenia, con su fuerza laboral barata, educada y de habla inglesa, se ha convertido en una plataforma de subcontratación. El gobierno quiere introducir el aprendizaje de los conceptos básicos de codificación informática desde la escuela primaria y promociona a su juventud como un caldo de cultivo para los gigantes de la Web.