QUETTA, Pakistán.- Lo que arrancó como una celebración terminó en tragedia, una poderosa bomba explotó este viernes 29 de septiembre cerca de una mezquita al suroeste de Pakistán, donde se realizaba un acto masivo para celebrar el natalicio del profeta Mahoma y tras el ataque se tiene el reporte de al menos 56 fallecidos y decenas de heridos, pero el atentado suicida fue doble.
El primer ataque se dio en Mastung, un distrito de la provincia de Baluchistán, donde unas 500 personas se encontraban reunidas para la procesión y festejos para la ocasión, conocida entre los musulmanes como Mawlid an-Nabi, donde se reporta la muerte de 52 personas y 50 heridos, siendo uno de los atentados más graves que se han perpetrado en lo que va del año.
También, la ciudad de Hangu fue sorprendida con explosivos, justo en la conflictiva provincia de Khyber Pakhtunkhwa, con cuatro muertos, y luego hubo otra explosión en otro templo de la ciudad de Peshawar, lo cual dejó aterrorizados a los fieles que se encontraban en los templos y a la población ya que fue una jornada sangrienta.
Hasta el momento se han confirmado 34 muertos y más de 50 heridos en la explosión suicida", indicó el oficial de la comisaría de la ciudad de Mastung, en Baluchistán, donde tuvo lugar el primer ataque, Mohammad Javed Lehri.
El agente puntualizó que entre los muertos se encontró un alto oficial de Policía que prestaba servicio para brindar protección a la procesión, pero hasta la redacción de esta nota ningún grupo ha salido a acreditarse la autoría del fatídico ataque que fue condenado por el presidente Arif Alvi, quien pidió a las autoridades que brinden toda la asistencia posible a las víctimas.
Sin duda fue un acto atroz, imágenes lo comprueban ya que se aprecia un área abierta cerca de una mezquita cubierta con los zapatos de los muertos y heridos después del atentado. Algunos de los cuerpos ya estaban cubiertos con sábanas, mientras residentes y rescatistas trasladaban a los heridos a los hospitales.
Estamos comprometidos con una política de tolerancia cero contra los terroristas", afirmó el ministro interino del Interior, Sarfraz Bugti.
Cabe mencionar que Pakistán ha tenido un despunte importante en cuanto a la violencia armada desde la llegada al poder de los talibanes afganos en Kabul en agosto de 2021, que reactivó los ataques de sus hermanos ideológicos paquistaníes, especialmente en las provincias fronterizas con Afganistán de Khyber Pakhtunkhwa y Baluchistán, siendo esta última provincia la más atacada y con presencia de grupos armados.
Fuente: Tribuna