Ciudad del Vaticano.- Durante la audiencia general celebrada este miércoles 1 de octubre en la plaza de San Pedro ante miles de fieles, el Papa León XIV hizo un llamado a no dejarse dominar por el odio, la rabia o el deseo de venganza, y exhortó a los creyentes a convertirse en 'instrumentos de misericordia y reconciliación' en un mundo azotado por la violencia y la muerte.
En su mensaje dirigido a los fieles de habla hispana, el pontífice reflexionó sobre la dificultad de sanar las heridas personales y colectivas:
Solemos esconder nuestras heridas, nos cuesta perdonar y vivir en paz con Dios, con nosotros mismos y con los demás", dijo el Papa. "Pidamos a Cristo que nos ayude a redescubrir la alegría y la belleza de vivir, para poder dar vida a los demás".
También se dirigió a los fieles de lengua árabe, particularmente a los provenientes del Líbano y de Tierra Santa. A ellos les recordó que el testimonio cristiano debe sostenerse en el amor y el perdón:
El cristiano está llamado a dar testimonio de que el amor y el perdón son más grandes que cualquier herida y más fuertes que cualquier injusticia", afirmó.
A diferencia de otras ocasiones, el Papa evitó referirse directamente a los conflictos activos en Gaza o Ucrania. Sin embargo, expresó su preocupación por la situación en Madagascar, donde recientes enfrentamientos entre jóvenes manifestantes y fuerzas de seguridad han dejado varios muertos y más de un centenar de heridos.
Me entristecen las noticias que llegan desde Madagascar sobre los violentos enfrentamientos entre las fuerzas del orden y los jóvenes manifestantes", lamentó. "Pido que se evite siempre toda forma de violencia y se favorezca la búsqueda constante de la armonía social mediante la promoción de la justicia y el bien común".
Fuente: Tribuna del Yaqui
