Washington, D.C.- El Gobierno de los Estados Unidos atacó este pasado martes 21 de octubre por octava vez a una presunta narcolancha, aunque en esta ocasión fue en aguas internacionales del Pacífico Oriental. En su interior se encontraron fentanilo y otras drogas sintéticas, pero eso no fue todo, ya que en el ataque perdieron la vida dos personas, mientras que otras dos, de nacionalidad colombiana y ecuatoriana, sobrevivieron y fueron enviadas a sus respectivos países para enfrentar la ley.
Hasta el momento de la elaboración de esta nota, en la intensa lucha contra el crimen organizado de la administración de Donald Trump se han reportado ocho hundimientos y alrededor de 38 muertos. El primero del que se tiene constancia ocurrió el 2 de septiembre en el sur del Caribe, cerca de Venezuela, con 11 fallecidos; el segundo, el 15 de septiembre en la misma zona, dejó tres muertos. De igual forma, el tercero se registró el 19 de septiembre en el sector de USSOUTHCOM, con tres víctimas en total.
Asimismo, continuaron los ataques extrajudiciales el 3 de octubre, contiguo a la costa venezolana, donde murieron cuatro sujetos. El quinto ocurrió el 14 de octubre en el Caribe Central, con seis muertos, y el sexto se registró el 17 de octubre en el Caribe, con dos fallecidos y dos sobrevivientes. El séptimo se produjo el 18 de octubre, también en el Caribe, con otras dos pérdidas humanas. Por último, la octava operación tuvo lugar ayer en el Pacífico Oriental, frente a Colombia.
Esta acción forma parte del mayor despliegue bélico estadounidense en la región en cuatro décadas, iniciado en septiembre de 2025 bajo la dirección del presidente Donald Trump. El mandatario autorizó una campaña de "ataques cinéticos letales" contra embarcaciones sospechosas de transportar narcóticos, con el objetivo de cortar las rutas marítimas del narcotráfico hacia Norteamérica. Esta estrategia se basa en la designación de cárteles como organizaciones terroristas extranjeras, similar al Cartel de los Soles en Venezuela, y en la determinación de que Estados Unidos se encuentra en un "conflicto armado" con estos grupos, según una notificación confidencial al Congreso.
La octava operación marca un giro estratégico: por primera vez, el ataque se realizó en el Pacífico Oriental, una ruta clave para el transporte de cocaína desde Colombia hacia Centroamérica y México. El secretario de Defensa, Pete Hegseth, justificó la acción con una declaración contundente en X: "Los cárteles son el nuevo Al Qaeda. No habrá refugio ni perdón, solo justicia". Hegseth ha supervisado directamente varias de estas operaciones, enfatizando la necesidad de neutralizar las amenazas en el mar antes de que lleguen a territorio estadounidense.
Fuente: Tribuna del Yaqui/ Agencia México
