Jerusalén, Israel.- La tensión por la guerra que mantiene Israel en la Franja de Gaza, continúa, y está involucrando a más naciones. Este domingo 5 de octubre, el equipo jurídico de la Flotilla Global Sumud (GSF) denunció oficialmente supuestos actos de tortura y violaciones a los derechos humanos cometidos contra los activistas detenidos por el Ejército israelí luego de la interceptación de los 42 barcos que transportaban ayuda humanitaria hacia Gaza.
De acuerdo con la organización Adalah, encargada de la defensa legal de los participantes, los detenidos fueron sometidos a condiciones que calificaron como "claras violaciones del derecho internacional". La ONG afirmó que los activistas permanecieron con las manos atadas, sin acceso a agua ni alimentos durante más de 36 horas, además de haber sido golpeados y tratados de manera degradante.
Denuncian abuso contra la activista Greta Thunberg
Entre las acusaciones, se señaló que la activista sueca Greta Thunberg habría sido arrastrada por el suelo e intimidada por las fuerzas de Israel, quienes presuntamente intentaron obligarla a besar una bandera de su nación. Es importante señalar que estas versiones fueron desmentidas por el gobierno israelí, que aseguró que los derechos de todos los detenidos fueron respetados conforme a la ley.
El abogado de la flotilla informó que, de los 478 voluntarios inicialmente retenidos desde el miércoles 1 de octubre, alrededor de 340 permanecen bajo custodia en territorio israelí, mientras que el resto ha sido deportado progresivamente durante el fin de semana.
Un grupo de 21 activistas españoles de los 49 detenidos saldrá este domingo de Tel Aviv, confirmó el ministro de Asuntos Exteriores de España, José Manuel Albares. Otros 29 ciudadanos de España, Portugal y Países Bajos fueron deportados horas antes rumbo a territorio español, según informó el Ministerio de Exteriores de Israel.
Testimonios recabados por Adalah revelaron que varios activistas fueron alojados en celdas superpobladas, con condiciones calificadas como "duras e insalubres". Algunos denunciaron haber dormido en el suelo, mientras que otros aseguraron que se les negó tratamiento médico y medicamentos esenciales para enfermedades como hipertensión, afecciones cardíacas y cáncer.
Entre los testimonios, una mujer afirmó que fue obligada a quitarse el hiyab, recibiendo únicamente una camisa como reemplazo. También se reportaron restricciones para realizar oraciones y falta de alimentos durante la detención.
El ministro de Seguridad Nacional israelí, Itamar Ben Gvir, respondió a las denuncias con declaraciones que generaron polémica, al asegurar que "quien apoye el terrorismo merece condiciones de terrorista". La defensa de la Flotilla Sumud calificó estas palabras como una "aprobación abierta del trato inhumano y la intimidación ejercida contra los participantes".
Los abogados de Adalah afirmaron que la operación israelí fue "ilegal desde el inicio", al realizarse en aguas internacionales donde Israel no posee jurisdicción. Según la organización, la interceptación de los barcos, efectuada entre jueves y viernes, constituye una violación al derecho marítimo y humanitario.
Fuente: Tribuna del Yaqui
