Ciudad de México.- El expresidente de Francia Nicolas Sarkozy salió de la prisión después de que un tribunal de París dictaminara este lunes que podía ser excarcelado mientras apela su condena de septiembre por conspiración criminal, tras cumplir tres semanas de reclusión por una condena de cinco años de cárcel, con tres años firmes, por conspiración criminal vinculada a la obtención de fondos para su campaña presidencial de 2007 del régimen libio de Muamar Gadafi.
La decisión fue tomada por la Corte de Apelación de París, que autorizó su salida bajo control judicial estricto, en espera de que se resuelva el recurso interpuesto por su defensa. El tribunal determinó que no representa riesgo de fuga ni de colusión con testigos, permitiendo que cumpla el resto de la pena en arresto domiciliario.
Sarkozy fue encarcelado el 21 de octubre de 2025, convirtiéndose en el primer jefe de Estado francés en ser recluido desde la Segunda Guerra Mundial. La justicia lo halló culpable en septiembre de 2025 de conspiración criminal, al orquestar un "pacto de corrupción faustiano" con funcionarios libios para recibir entre 50 y 150 millones de euros en transferencias bancarias, cuentas offshore y transacciones ficticias.
Fue absuelto de cargos de corrupción pasiva, malversación de fondos públicos y financiación ilegal directa de campaña, pero el tribunal enfatizó la "gravedad excepcional" del delito, que implicó a colaboradores como sus exministros Claude Guéant y Brice Hortefeux, también condenados. Guéant recibió cuatro años (dos firmes), y Hortefeux, dos años suspendidos.
Durante la audiencia por videoconferencia desde la prisión, Sarkozy describió su experiencia como un 'suplicio gruelling' y una "pesadilla", destacando el aislamiento en una celda de 9 metros cuadrados con ducha y baño propios, por razones de seguridad. Recibió amenazas de muerte poco después de ingresar, lo que motivó la asignación de dos guardaespaldas permanentes en celdas adyacentes. Solo consumió yogures por temor a sabotaje en la comida, y elogió la "humanidad excepcional" del personal penitenciario.
La liberación de Sarkozy no implica el cierre del caso. El tribunal impuso restricciones severas: Prohibición de salir de Francia, de contactar a testigos, coacusados o personas implicadas incluyendo al actual ministro de Justicia, Gérald Darmanin, cuya visita a la prisión en octubre generó polémica por posible interferencia, y obligación de comparecer ante la justicia cuando se requiera.
El expresidente abandonó La Santé alrededor de las 11:00 horas (hora local), escoltado por su esposa, la cantante Carla Bruni-Sarkozy, y dos de sus hijos, Jean y Pierre, sin emitir declaraciones públicas. Llegó a su residencia en el distrito XVI de París, en el oeste de la ciudad.
La defensa de Sarkozy mantiene su inocencia, alegando motivaciones políticas en el proceso, y ha apelado la sentencia. El juicio de apelación podría celebrarse en marzo de 2026, según fuentes judiciales. La fiscalía recomendó la liberación, argumentando que el control judicial mitiga riesgos. Sarkozy también enfrenta otras apelaciones pendientes, como la de 2021 por corrupción en el caso de escuchas telefónicas (tres años de prisión) y la de 2024 por financiación ilegal de su campaña de 2012 (un año, con seis meses suspendidos).
Sarkozy gobernó Francia entre 2007 y 2012, impulsando reformas económicas liberales, endureciendo políticas migratorias y liderando la intervención militar en Libia en 2011 que derrocó a Gadafi un giro irónico, dado el origen de los fondos alegados. Su mandato, marcado por una intensa actividad diplomática europea y el rescate de la zona euro, también incluyó escándalos que lo persiguen, como la pérdida de la Legión de Honor en 2025 por sus condenas acumuladas.
En el plano personal, su matrimonio con Carla Bruni en 2008 y su estilo carismático y confrontativo lo mantuvieron en el centro mediático, aunque ha reducido apariciones públicas desde su derrota en las primarias de Los Republicanos en 2016.
Fuente: Tribuna del Yaqui/Agencia México
