Washington, Estados Unidos.- La parálisis federal, que supera ya los 40 días, ha afectado amplios sectores del gobierno estadounidense, incluidos los servicios de transporte, parques nacionales y agencias de salud pública. Aunque el Senado aprobó el domingo una medida temporal de financiación que permitiría reabrir parcialmente el gobierno hasta el 30 de enero, la propuesta aún debe ser votada por la Cámara de Representantes, controlada por los republicanos.
El conflicto se originó por discrepancias presupuestarias entre la Casa Blanca y el bloque demócrata del congreso, que se opone a destinar nuevos fondos al muro fronterizo con México y a ciertas prioridades del Ejecutivo de Trump.
Este lunes, en el cuarto día de recortes en el tráfico aéreo estadounidense por la escasez de controladores, ya se han cancelado más de mil 600 vuelos y las demoras ya superan las tres mil 300. 'Solo se pondrá peor', advirtió el secretario de Transporte, Sean Duffy.
Ante esta situación, Trump prometió en su mensaje una recompensa para aquellos profesionales que 'no se tomaron NINGÚN DÍA LIBRE por la farsa del cierre demócrata del gobierno'.
Según fuentes sindicales, algunos controladores se ha visto forzados durante este tiempo sin recibir salarios a alegar baja por enfermedad para encontrar fuentes alternativas temporales de ingresos o cuidar de sus familias.
A medida que se acerca el festivo de Acción de Gracias, una de las temporadas de viaje más ajetreadas del año, las aerolíneas y asociaciones del sector han advertido que una prolongación del cierre podría tener efectos catastróficos sobre la economía, el turismo y la confianza de los consumidores.
El país no puede permitirse un colapso aéreo en medio de la mayor crisis política del año", alertó un informe de la consultora Cirium.
La FAA y los sindicatos han instado al congreso a acelerar la aprobación del nuevo paquete de financiación. 'La nueva fecha límite propuesta del 30 de enero se acerca rápidamente', advirtió Daniels, quien pidió 'poner fin a esta parálisis política que pone en riesgo la seguridad aérea y la estabilidad laboral de miles de familias estadounidenses'.
Fuente: Tribuna del Yaqui
