Montevideo, Uruguay.- El expresidente de Uruguay José Mujica se encuentra en etapa terminal de cáncer de esófago y recibe cuidados paliativos; aunque en enero anunció que ya no haría más tratamientos médicos y solo buscan evitarle el dolor con la atención recibida durante este momento y viva el último pasaje de su vida lo mejor posible.
Según información de El Universal, su esposa la exvicepresidenta Lucía Topolanski, señaló que en este momento se está intentando reservar la intimidad de la familia y solamente se reciben visitas autorizadas por Mujica personalmente: "Yo estoy hace más de 40 años con él y voy a estar hasta el final; eso fue lo que prometí", dijo la exsenadora.
El domingo, el presidente uruguayo Yamandú Orsi, pidió que respetaran la intimidad del exguerrillero: "Todos debemos aportar a que en todas nuestras etapas de la vida la dignidad sea la clave, no hay que enloquecerlo, hay que dejarlo tranquilo", pidió Orsi.
Fue el 29 de abril del año pasado cuando Pepe Mujica anunció que tenía un tumor de esófago: "Necesito informarles que el viernes pasado concurrí al (centro médico) Casmu a hacerme un chequeo en el cual se descubrió que tengo un tumor en el esófago, que es algo obviamente muy comprometido y que es doblemente complejo en mi caso, porque padezco una enfermedad inmunológica hace más de 20 años", dijo ese día el expresidente.
Poco tiempo después, apuntó que el tumor era maligno y debía tratarse con radioterapia, procedimiento que se llevó a cabo en Montevideo, el pasado 27 de diciembre, el expresidente fue sometido a una intervención quirúrgica en la que le colocaron con éxito un stent en el esófago, aunque meses antes le habían hecho una gastrostomía para alimentarse. En enero de este año, Mujica informó que el cáncer que le fue descubierto en el esófago se le había expandido al hígado y que no haría más tratamientos a sus 89 años.
Durante el periodo que estuvo al frente de la presidencia de Uruguay, se caracterizó por un modo de vida austero, un estilo directo que lo llevó a ganarse el nombre del ‘presidente más pobre del mundo’, una afirmación que siempre negó; se transformó en emblema de la izquierda latinoamericana y con su discurso anti consumista se ganó varios simpatizantes a nivel global.
Fuente: Tribuna
