Nogales, Arizona.- Al menos tres hombres de origen mexicano que cruzaron la frontera hacia Estados Unidos fueron rescatados por agentes de la Patrulla Fronteriza en una remota zona del desierto, ubicada en la reserva Tohono O’odham, al norte de Caborca, en las inmediaciones del municipio de Sonoyta, Sonora. Las autoridades indicaron que el operativo tuvo un carácter más humanitario que policial, debido al alto riesgo que enfrentaban los migrantes.
De acuerdo con la información emitida por la Patrulla Fronteriza del Sector Tucson, los migrantes fueron localizados en una zona despoblada donde las temperaturas superaban los 40 grados centígrados. El calor y la falta de agua los habían dejado en condiciones físicas críticas, por lo que los agentes intervinieron de inmediato para proporcionar asistencia médica.
Cabe señalar que, en los últimos días, las condiciones climáticas en el desierto de Sonora y el sur de Arizona se han vuelto peligrosas para quienes intentan cruzar la frontera sin acompañamiento ni guía. Según las autoridades, esta región presenta algunos de los climas más extremos, con pocas fuentes de agua y escasa sombra, lo que convierte el cruce en una experiencia letal.
El pasado 22 de junio, una pareja de migrantes tuvo que ser evacuada en helicóptero tras presentar síntomas de golpe de calor. Ese caso también ocurrió en el mismo corredor desértico, lo que refleja un repunte en el número de emergencias en esta ruta migratoria.
Es importante destacar que, los tres hombres rescatados esta semana fueron estabilizados por personal médico y posteriormente quedaron bajo custodia para iniciar su proceso de deportación. A pesar de haber logrado cruzar la franja fronteriza, las condiciones del desierto obligaron a las autoridades a priorizar su integridad física antes de aplicar el protocolo migratorio correspondiente.
Ante esto, la Cruz Roja de Nogales, una de las organizaciones que brinda asistencia a personas en tránsito, reiteró el llamado a evitar rutas alejadas de carreteras o centros urbanos. ‘Cruzar por el desierto puede ser una sentencia de muerte’, advirtió uno de sus voceros, destacando la importancia de campañas de prevención entre las comunidades migrantes.
Pese a los riesgos que existen, miles de personas siguen intentando ingresar a Estados Unidos por caminos peligrosos y poco transitados. Las autoridades fronterizas han reforzado su presencia en estas zonas críticas, aunque insisten en que la solución de fondo requiere una política migratoria más humanitaria y opciones seguras para quienes huyen de la pobreza o violencia en sus lugares de origen.
Fuente: Tribuna
