Santa Catarina, Brasil.- La masacre de una familia conmocionó a la ciudad de Joinville, ubicada en el estado de Santa Catarina, al sur de Brasil. Informes policiales indican que el atroz hecho se registró durante la madrugada del jueves 11 de septiembre del 2025 y el autor material fue identificado como Ramzi Mohsen Hamdar, un hombre de origen libanés señalado por el asesinato de su pareja, sus dos hijastros menores de edad y posteriormente se quitó la vida.
De acuerdo con las primeras investigaciones, el ataque ocurrió al interior de una vivienda ubicada en el barrio Saguaçu, en donde Ramzi protagonizó una fuerte discusión con su pareja sentimental, aunque de un momento a otro y sin mediar palabra, el individuo le disparó en múltiples ocasiones. Posteriormente, el sujeto buscó a los menores que se encontraban en diferentes habitaciones de la residencia y abrió fuego contra ellos.
Según el testimonio de vecinos del sector, las víctimas emitían gritos de desesperación desde la casa y mencionaron que se escucharon al menos 20 detonaciones de arma de fuego. La pareja fallecida fue identificada como Ingrid Iolly Araújo Silva Berilo, de 40 años de edad. La suegra del atacante, identificada como una mujer de 65 años, también resultó herida en el ataque, aunque sobrevivió y fue llevada a un hospital para recibir atención médica.
El hecho fue descubierto por el hermano del atacante, quien llegó al domicilio y encontró a Ramzi sin vida, con un arma de fuego en la mano, por lo que dio aviso inmediato a las autoridades. Por su parte, la policía confirmó que el agresor residía en Joinville desde hacía más de dos décadas y mantenía una relación con Ingrid desde hacía un año. Asimismo se indicó que Mohsen Hamdar tenía un historial de violencia doméstica y había enfrentado denuncias previas.
Se trataba de una persona violenta, con antecedentes claros de agresión", agregó el jefe policial, Rafaello Ross.
La Policía Civil ya tomó declaración a testigos, entre ellos vecinos y el hermano de Ramzi, quien mencionó que la pareja enfrentaba problemas matrimoniales y financieros desde hace tiempo. La tragedia ha causado profunda indignación en la comunidad, que exige mayor protección para las víctimas de violencia de género y medidas más estrictas contra agresores reincidentes.
Fuente: Tribuna del Yaqui
