Texas, Estados Unidos.- Este martes 30 de septiembre de 2025 se confirmó la sensible muerte de Miguel Ángel García Hernández, mexicano de 32 años, quien permanecía hospitalizado tras resultar gravemente herido durante el tiroteo registrado el pasado miércoles 24 en las oficinas del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) en Dallas, en el estado de Texas.
De acuerdo con la información difundida por la familia y por la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC), García Hernández falleció después de que le fuera retirada la asistencia vital, la cual requirió debido a las severas lesiones ocasionadas por los balazos. Como te informamos en TRIBUNA, su caso había sido reportado desde los primeros momentos como el de un connacional en estado crítico, situación que motivó gestiones de apoyo por parte del Gobierno de México.
Así ocurrió el ataque en Dallas
El ataque armado ocurrió el pasado miércoles 24 de septiembre, cuando Joshua Jahn, de 29 años de edad, abrió fuego desde una terraza cercana a las instalaciones de ICE. Con sus balas, provocó la muerte inmediata de dos personas, entre ellas Norlan Guzmán Fuentes, de 37 años, quien se encontraba bajo custodia encadenado de pies y manos mientras era trasladado en un vehículo oficial.
Tras el ataque, Jahn se quitó la vida. El Buró Federal de Investigaciones (FBI) confirmó que actuó en solitario y utilizó un rifle adquirido legalmente en Estados Unidos (EU).
García Hernández, que se encontraba detenido en el centro de ICE, recibió múltiples impactos de bala que lo dejaron en condición crítica. Tras permanecer varios días bajo atención médica, finalmente murió este martes. En el mismo ataque también resultó herido el venezolano Andrés Bordones Molina, quien había migrado recientemente a EU y trabajaba como repartidor de comida.
LULAC lamentó el fallecimiento de Miguel Ángel y subrayó la difícil situación que enfrentan los inmigrantes detenidos en centros de reclusión. Asimismo, la organización informó que García Hernández vivía en Dallas desde hacía más de 20 años, trabajaba como pintor de casas y había formado una familia junto a su esposa, Stephany Gauffeny, quien espera el nacimiento de su quinto hijo.
El hecho ha reavivado el debate sobre la seguridad en las instalaciones federales y el acceso a armas de fuego en EU.
Fuente: Tribuna del Yaqui
