OPINION

Sin educación no habrá grandeza

Bulmaro Pacheco, columnistaCréditos: TRIBUNA
Escrito en OPINIÓN el

No es bueno que en el discurso oficial local, la Educación no figure como prioridad del actual gobierno si es que se quiere —como se dice—recuperar la grandeza sonorense.

Se mencionan con mucha insistencia las obras de ampliación de Puerto de Guaymas, las vías del tren de Nogales, la carretera Chihuahua-Sonora y obras federales tendientes a la modernización administrativa federal de las aduanas y la expedición de pasaportes y está bien, pero no se mencionan con el mismo énfasis la Educación…Y menos la cultura. Cuando mucho se habla del regreso a clases después de la pandemia (donde todavía reinan la confusión y la incertidumbre), la reparación de escuelas y la inversión en becas, derivada de los recursos que se le quitaron al Congreso local. Nada para presumir. No se habla por ejemplo del compromiso constitucional que se tiene para brindar espacios de educación media superior a quienes los soliciten ahora que se debe cumplir con el transitorio de la reforma al artículo Tercero Constitucional del 2012 que señala al 2022 como el año en que todas las entidades federativas deberán contar con oferta suficiente para cumplir.

Tampoco se habla de la obligatoriedad de la educación superior legislada en el actual sexenio federal, —y que decir— de la gratuidad que se debe discutir con cada uno de los responsables de las instituciones para que dicho precepto Constitucional no quede en letra muerta pero que tampoco se aplique sin tomar en cuenta las condiciones de las instituciones de educación superior, donde los ingresos propios representan una parte muy importante de su operación y donde la Unison cubre solo el 30% de la demanda estatal, quedando el resto a cargo del sistema de educación tecnológica y de instituciones privadas.

Tampoco se menciona lo que se va a hacer para incrementar la calidad de la educación que se imparte en Sonora porque si en esa materia, se quiere implantar el modelo federal — que luce apagado, desolado y en permanente conflicto —sin evaluaciones ni mediciones confiables y en manos de la CNTE — (que ha reducido el tema educativo a un tema de pagos y prestaciones)—no se llegará a ninguna parte y menos con algunas decisiones patéticas como el caso del Conalep- Sonora, que revelan se regresó al sistema de cuotas y cuates o simplemente de relaciones familiares. Sin una buena educación no se avanzará en la grandeza Sonorense. Hay que revisar la historia y sobre todo el papel que los ejecutivos estatales han tenido en la materia que sin duda, de la mayoría ha sido una de sus grandes preocupaciones desde los impulsos de Ramón Corral Verdugo, la trascendente obra educativa de Calles y de la Huerta, hasta la fundación de la Universidad de Sonora, la media Superior y los tecnológicos.

La grandeza sonorense se empieza a notar en México cuando es designado vicepresidente el ex gobernador de Sonora Ramón Corral Verdugo.

Los Científicos, al parecer no entendieron la señal que mandaba el viejo presidente Porfirio Díaz (1830) con la designación de un político 24 años menor que él, para responder en caso de que el dictador faltara y no se presentaran problemas de confianza en relación a las presiones internas y externas ocurridas en función de su avanzada edad. ¿Cómo aceptar que un desconocido gobernador sonorense hubiera sido nombrado primero jefe de gobierno de la Ciudad de México, secretario de Gobernación y vicepresidente de México? Todo un acontecimiento que difícilmente digirieron los vetustos políticos, que rodeaban a Díaz, y toda una sorpresa para los sonorenses.

Como gobernador del Estado, Corral le dio prioridad a la modernización estatal como la ampliación del ferrocarril de Guaymas a Nogales y a la educación pública. Intentó revivir un proyecto de educación superior que inició Ortiz Retes y por ello fundó el Colegio Sonora y escuelas primarias —entre ella la primera de Huatabampo—. Otra muestra de grandeza Sonorense fue cuando la XXIII Legislatura local 1911- 1913 se negó a reconocer a Victoriano Huerta como presidente de México, después de los asesinatos de Madero y Pino Suárez.

Diputados como Ignacio L. Pesqueira Gallegos, Flavio Bórquez Velderráin, Adolfo de la Huerta Marcor, Ignacio Bonillas y Alfredo Caturegli entre otros, dieron muestra de valor y grandeza cuando presionados por el golpista que los instaba a reconocerlo, nunca cedieron. Sonora resistió a las presiones y a la invasión del ejército federal, y no se dobló. Chihuahua y Coahuila hicieron lo mismo. El gobernador Abraham González (Chihuahua) fue asesinado, y Venustiano Carranza (Coahuila) rompió lanzas con el gobierno federal y se dirigió a Sonora para unir esfuerzos y dar la batalla contra el golpista, e impulsar la defensa de los principios que dieron fuerza a la Revolución Mexicana. De esa rebelión surgieron Obregón, Calles, De la Huerta y Rodríguez. También los diputados constituyentes de 1917 así como Benjamín Hill, Piña,Gutiérrez Cázares, Macías, Otero Pablos, Topete, Yocupicio, y otros, que le dieron lustre a Sonora y contribuyeron a moldear a México entre 1917 y 1934. Más grandeza: Entre 1920 y 1934 cuatro sonorenses gobernaron el país (De la Huerta, Obregón, Calles y Rodríguez). Circunstancia que no tiene parangón.

Álvaro Obregón antiguo profesor de primaria en Moroncárit ya como Presidente de México creó la Secretaría de Educación Pública en 1921. Plutarco Elías Calles avanzó en la educación normal, en escuelas centrales agrícolas, creó el Banco de México y la Comisión de Irrigación. Gobernadores que apenas habían cursado algunos años de primaria, asesorados por profesionales sonorenses formados en la Ciudad de México propusieron la fundación de la Universidad de Sonora en 1942.

Abelardo Rodríguez impulsó primarias y secundarias estatales y avanzó en la modernización de las principales ciudades del Estado. El gobernador Luis Encinas diseñó el primer gran plan de industrialización de Sonora que siguieron sus sucesores. Fortaleció a la Unison. Carlos Armando Biébrich sacó en 1975 las cuatro preparatorias de la Universidad de Sonora para crear el Colegio de Bachilleres (que hoy tiene 33 planteles). Gestionó con el Presidente Echeverría centros federales de media superior (Cbtis, Cbtas, Cetmar) y los Institutos Tecnológicos de Hermosillo y Nogales (que ya son 9 incluyendo los 3 federalizados) Ocaña impulsó la creación de instituciones educativas como el Colegio de Sonora y el CIAD y se trajo la Ford a Hermosillo.

Rodolfo Félix Valdés se aplicó a la educación media superior y gestionó con el Presidente Miguel De Las Madrid la carretera de cuatro carriles de Estación Don a Nogales. Con Beltrones avanzaron los Cecytes (que ya van 83 planteles incluyendo los telebachilleratos), con López Nogales las Universidades Tecnológicas (que ya van 7) y escuelas importantes como medicina de la Unison. Con Bours se avanzó en la educación media superior y con Padrés en media superior y nuevas universidades tecnológicas. Sonora cumplió con la obligatoriedad de la educación primaria en 1946, la secundaria en 1996 y preescolar en 2002 y los indicadores principales de cobertura hasta Pavlovich en 2021 muestran un gran avance.

Falta el reto de la calidad de la educación. Tremendo reto. ¿Cuál es el actual modelo educativo para Sonora? No lo sabemos. En métodos, contenidos y programas de estudio tampoco se sabe, pero deberá hacerse un gran esfuerzo para mejorar la calidad desde inicial a superior, combatir los vicios y la burocratización, dejar de lado el nefasto sistema de cuotas y aplicarse a la modernización del sistema, porque anotémoslo; Sin una buena Educación no habrá grandeza Sonorense. Así lo entendieron los pioneros de la educación en el Estado—más allá de apreciaciones temporales o coyunturales— desde Ramón Corral Verdugo a la fecha.

bulmarop@gmail.com