México es uno de los países culturalmente más vastos del mundo. Desde la primera civilización de Mesoamérica, los olmecas —la cual también es llamada "cultura madre" y que se asentó en el sureste de nuestro país—, y cada uno de los pueblos que fueron emergiendo con sus propias formas de organización y prácticas culturales, entre ellas, las que dieron lugar a su alimentación a partir de las materias primas que ofrecía el entorno natural y de las interacciones humanas.
Como nación pluriétnica y pluricultural, actualmente, en México viven 68 pueblos indígenas a lo largo del territorio nacional, entre ellos, los que habitan en Sonora: comca’ac, cucapás, guarijíos, kikapúes, mayos, pápagos, pimas y yaquis. Por su parte, la comunidad afromexicana, cuyo origen se encuentra en el proceso de colonización española, también tiene presencia en el país.
¿Imaginan nuestra herencia culinaria a través de los siglos? ¿Por cuántas generaciones se han transmitido los saberes y las prácticas de la cocina? ¿Cuál es el origen de los ingredientes y de los platillos que hoy día hacen de nuestra gastronomía una de las más reconocidas a nivel internacional? En tierras sonorenses la carne asada, las tortillas de harina y el bacanora forman parte de nuestra tradición culinaria, y sus ingredientes y modos de preparación tienen su historia.
Este martes, en reunión de la Comisión de Cultura del Senado de la República, se aprobó una iniciativa de reforma al artículo 12 de la Ley General de Cultura y Derechos Culturales, que presenté con el propósito de reivindicar a la cocina tradicional mexicana y fortalecer la responsabilidad del Gobierno de México, así como de los gobiernos de las entidades federativas y de los municipios para promover su preservación y revitalización.
Como expuse al presentar la iniciativa, la cocina tradicional no solo comprende técnicas y recetas, sino un complejo sistema cultural que integra prácticas agrícolas, rituales comunitarios, utensilios, cosmovisiones y saberes transmitidos intergeneracionalmente, lo cual exige una protección jurídica más clara y explícita dentro del marco normativo nacional.
En 2010, la gastronomía mexicana, particularmente su vertiente tradicional, fue inscrita en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la Unesco, constituyendo un elemento central del patrimonio cultural inmaterial de la nación, pues representa una manifestación como un sistema cultural complejo basado en la participación de comunidades, prácticas rituales, conocimientos agrícolas y técnicas culinarias heredadas.
Uno de los momentos que más reflejan la comunión humana es cuando compartimos los alimentos. El desayuno, la comida y la cena son el tiempo para platicar con nuestras personas queridas, como la familia y las amistades, compartir cómo nos va en el día a día… vaya, un ritual que nos identifica y nos hermana.
La cocina tradicional es expresión viva porque vincula sabores, olores, lugares, personas, tiempos, espacios y, con ello, historias y recuerdos. Es orgullo sonorense y mexicano.
Lorenia Iveth Valles Sampedro
Senadora de la República
