Ciudad de México. - La presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum, respondió enérgicamente a las críticas del expresidente Ernesto Zedillo sobre la reciente Reforma Judicial, publicada el pasado 15 de septiembre en el Diario Oficial de la Federación. Durante un encuentro con medios, Sheinbaum desestimó los comentarios del exmandatario, señalando su rol en la aprobación del controversial Fobaproa durante su administración.
Zedillo es un representante del viejo régimen, del régimen de corrupción y privilegios”, afirmó Sheinbaum, agregando que respeta la opinión del expresidente, pero que no coincide con él. En su crítica, Sheinbaum destacó que la oposición a la elección popular de jueces y magistrados, uno de los puntos más discutidos de la Reforma Judicial, es una muestra de la resistencia a la democracia en el Poder Judicial.
Para quien no sepa el contexto, Zedillo, quien gobernó de 1994 al 2000, había declarado en entrevista con Ciro Gómez Leyva que la reforma representa una amenaza para la República, calificando de "tiranía" el hecho de que los Poderes Legislativo y Ejecutivo puedan influir en la selección de jueces bajo la fachada de una elección democrática. “Es terrible, es atroz”, dijo Zedillo, enfatizando que el control de los juzgadores por parte de los otros poderes no es ético ni legítimo.
Sheinbaum también aprovechó la oportunidad para recordar el papel de Zedillo en la creación del Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa), un rescate bancario implementado durante su gobierno que, según la presidenta electa, consolidó el vínculo entre el poder económico y político.
El Fobaproa es el mejor ejemplo de corrupción y de cómo el poder político y económico se entrelazaron. No fue solo un rescate bancario, fue un desastre lleno de irregularidades y corrupción, una deuda que seguimos pagando”, señaló Sheinbaum, subrayando que el expresidente no tiene “autoridad moral” para hablar de democracia.
Para quien no lo sepa, la Reforma Judicial aprobada busca, entre otros cambios, que los jueces, magistrados y ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) sean elegidos por el voto popular. Las candidaturas pasarán por un proceso de evaluación llevado a cabo por los tres poderes de la Unión (Ejecutivo, Legislativo y Judicial), antes de ser sometidas a elecciones organizadas por el Instituto Nacional Electoral (INE).
Sheinbaum defendió la propuesta, afirmando que “la democracia en el Poder Judicial no representa autoritarismo”. Asimismo, insistió en que el sistema judicial actual está plagado de corrupción y nepotismo, y que es necesaria una reforma profunda que lo acerque más a las necesidades del pueblo mexicano.
Con la reforma ya promulgada, el debate en torno a la independencia judicial y el papel de los poderes en la selección de jueces sigue dividiendo opiniones, con Zedillo como uno de los críticos más prominentes de la medida.
Fuente: Tribuna