Cuautitlán Izcalli, Estado de México.- La mañana del pasado sábado 24 de diciembre, las autoridades del municipio de Cuautitlán Izcalli informaron sobre la muerte de un vendedor de tamales de 47 años de edad, el cual circulaba por las calles de dicha demarcación empujando el carrito que transportaba su mercancía, mismo que fue embestido por un conductor que viajaba bajo os efectos del alcohol y a exceso de velocidad. Tras el evento, el presunto responsable fue detenido aunque recientemente se reveló, obtuvo su libertad.
Durante la víspera de Navidad, Jorge Claudio como se identificó al vendedor de tamales, se encontraba circulando sobre la Avenida Morelos y Torre Olmeca, en la colonia Santa María las Torres cuando Ken Omar 'N', quien conducía un vehículo Mini Countryman Cooper D terminó por arrollarlo mientras pasaba por una curva. Elementos de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México confirmaron la detención tras un operativo conjunto con la Policía Municipal y tras ello, se exigí la impartición de justicia.
El detenido, de 32 años de edad y de quien se supo, manejaba en estado de ebriedad, fue presentado de manera oficial ante el Ministerio Público pero pese a ello, se informó que aún con los videos que mostraban el momento exacto de la colisión, éste podía quedar en libertad ya que los peritajes que el delito supone, tardarían más de lo habitual. Ken Omar fue puesto en libertad y con ello, se ha denunciado nepotismo de parte de las autoridades del municipio mexiquense.
Colectivos feministas de esta demarcación, han señalado a Karla Fiesco, quien funge como presidenta municipal, de haber intervenido para que el sujeto de 32 años de edad fuera puesto en libertad a dos días del hecho pues remarcan, la funcionaria "dejó claro que la vida de un vendedor ambulante no vale". Hasta ahora, no ha habido una postura oficial que determine si sí hubo tal intervención como aseguran.
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La familia del hombre dedicado a la venta de tamales y quien perdió la vida tras ser embestido, calificó esta liberación como una burla pues argumentaron, no hubo una disculpa o reparación del daño por el evento. "Ese día mi papá salió a vender con mi hermano menor y le dijo adelántate hijo voy a echar una torta, mi hermano se quedo esperando más adelante pero nunca llego mi papá, entonces un cliente le dijo que acababan de matar a un tamalero más abajo", dijo Raziel, hijo del finado vendedor.
Fuente: Tribuna