Ciudad de México.- La confianza en los trabajadores es primordial para que un negocio crezca. Sin embargo, hay ocasiones que los empleados abusan de esto y deciden intentar ganar dinero por su cuenta, lo anterior a costa del negocio en el que se desempeñan, lo que desencadena estafas, fraudes y robos, por lo que en muchas ocasiones terminan tras las rejas, un ejemplo claro es lo sucedido en una fonda de la Ciudad de México.
En ese sentido, efectivos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México, detuvieron a la empleada de un establecimiento de venta de comida, quien probablemente sustrajo dinero en efectivo de la caja fuerte del lugar ubicado en la colonia Juárez, alcaldía Cuauhtémoc. La detención se realizó cuando los operadores del Centro de Comando y Control (C2) Centro, le indicaron a los oficiales en campo que se dirigieran a la esquina de las avenidas Bucareli y Morelos para una entrevista ciudadana.
Al llegar al lugar, los uniformados se entrevistaron con la encargada de una fonda, una mujer de 35 años de edad, quien refirió que una de las empleadas probablemente causó daños a la caja fuerte y sustrajo más 20 mil pesos en efectivo. Además, la ciudadana señaló que, al parecer, la posible implicada realizó varios depósitos de diferentes cantidades de dinero en una tienda de conveniencia, los cuales supuestamente fueron solicitados vía telefónica a nombre de su jefa, sin embargo la dueña negó haberle requerido los traspasos.
A petición de la denunciante, los oficiales detuvieron a la mujer de 18 años de edad, a quien se le se le leyeron sus derechos de ley y fue presentada ante el agente del Ministerio Público correspondiente quien determinará su situación jurídica. Es así que ahora la joven deberá responder ante la justicia por sus acciones y podría enfrentar una sentencia condenatoria, por lo que pasaría un tiempo en prisión.
Finalmente, de acuerdo con el Código Penal para el Distrito Federal, las penas son las siguientes: Prisión de seis meses a dos años cuando el valor de lo robado no exceda trescientas veces el salario mínimo; de dos a cuatro años y de ciento cincuenta a cuatrocientos días multa, cuando el valor de lo robado exceda de trescientas pero no de setecientas cincuenta veces el salario mínimo y prisión de cuatro a diez años y de cuatrocientos o seiscientos días multa, cuando el valor de lo robado exceda de setecientas cincuenta veces el salario mínimo.
Fuente: Tribuna, SSC
