Nogales, Veracruz.- La ola de inseguridad no solo se reduce a temas de extorsión y ajustes de cuentas, en el país; sino que también se han llegado a registrar asaltos violentos, vehiculares y a casas habitación. Este tipo de problemática mantiene a la población en una constante molestia, puesto con la inflación que se vive en el territorio nacional, hacerse de sus propios bienes conlleva diversos sacrificios para la gran mayoría de los mexicanos.
Esta situación ha provocado que la gente comience a generar un gran desprecio por los ladrones a quienes no dudan en linchar cada vez que pueden. En varias ocasiones, las cosas tienden a terminar muy mal para los amantes de lo ajeno, quienes en el mejor de los casos se llevan la golpiza de su vida, mientras que en el peor pueden llegar a morir de la manera más cruel posible. Un ejemplo de este tipo de situaciones se registró durante el pasado viernes 4 de octubre, en Nogales, Veracruz.
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Créditos: Internet
Los hechos ocurrieron en la colonia Arboledas, de la congregación El Encinar, poco antes de las 11:00 horas, cuando los vecinos de dicha comunidad descubrieron a un sujeto robando cosas en el interior de una vivienda particular, lo que desató el enojo en la gente, quienes según reportan, ésta no sería la primera vez en que este individuo se mete a los domicilios a robar, por lo que en esta ocasión no perdieron la oportunidad.
Según reportan, la gente aprovechó para golpear al individuo, quitarle la ropa de la parte superior y luego atarlo con una cuerda. De acuerdo con algunos reportes, la turba estaba tan furiosa que incluso amenazaron con quemarlo vivo con la finalidad de hacer justicia con mano propia; pero no lograron concretar sus macabros planes, puesto elementos de la Policía Municipal y Estatal acudieron al lugar a detener a los civiles.
La gente señaló que si bien, el acusado ya había sido arrestado en ocasiones anteriores, la realidad es que la policía siempre lo dejaba ir. Por su parte, las autoridades se excusaron asegurando que, en realidad no lo dejaban ir porque nadie había acudido a imponer una denuncia en su contra, por lo que el individuo siempre cumplía con sus 36 horas de aprehensión y luego podía salir libre, por lo que les recomendaron que ésta vez sí fueran a denunciarlo.
Fuentes: Tribuna