Mazatlán, Sinaloa. - La Secretaría de Seguridad Pública (SSP) de Sinaloa informó del fallecimiento de dos personas más debido a las lesiones provocadas durante el incendio en un centro de rehabilitación en Mazatlán, perpetrado el pasado 19 de diciembre. Con estas nuevas muertes, el saldo mortal asciende a tres, según informó el subsecretario Leoncio García Alatorre en una conferencia de prensa el 29 de diciembre.
El ataque ocurrió en la colonia Jacarandas, cuando un grupo de hombres armados irrumpió en el centro de rehabilitación ubicado sobre la calle Tabachines. Tras disparar contra la persona encargada de la guardia, los agresores rociaron gasolina en el interior del inmueble y le prendieron fuego antes de huir.
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Hay que señalar que en el momento del ataque, decenas de internos se encontraban en la vivienda. Testigos intentaron apagar las llamas para rescatar a las víctimas. Inicialmente, se confirmó una persona fallecida y 18 lesionadas, de las cuales 15 fueron trasladadas al Hospital General de Mazatlán y tres al ISSSTE.
Dos de los heridos graves, que se encontraban internados en el Hospital General, sucumbieron a las quemaduras, confirmó la SSP.
Por su parte, el secretario de Salud de Sinaloa, Cuitláhuac González Galindo, señaló días después del ataque que no se había podido confirmar si el centro contaba con los permisos necesarios para operar. Esto subraya las irregularidades y vulnerabilidades de este tipo de instalaciones frente a la creciente violencia en la región.
Un video difundido tras el ataque mostró a presuntos integrantes de La Mayiza, una facción del Cártel de Sinaloa liderada por Ismael Zambada Sicairos, adjudicándose el atentado. Las autoridades no han confirmado oficialmente esta vinculación, pero el incidente refuerza los señalamientos de que los centros de rehabilitación son objetivo recurrente del crimen organizado en la región.
Durante la misma conferencia, el subsecretario García Alatorre mencionó que en semanas recientes se han registrado ataques similares a centros de rehabilitación, aunque muchos de ellos estaban desocupados.
Muchos lugares que sirven para esta actividad ya están vacíos. Llegan, los atacan, les prenden fuego, pero no ha habido víctimas porque están desocupados. Esto parece ser resultado de reubicaciones o de que los internos han sido enviados con sus familias”, explicó el funcionario.
El ataque ha generado indignación entre la población y colectivos sociales, quienes demandan justicia para las víctimas y acciones más firmes por parte de las autoridades para garantizar la seguridad de los centros de rehabilitación. Mientras tanto, las investigaciones continúan para esclarecer los hechos y dar con los responsables de este trágico incidente.
Fuente: Tribuna Sonora