Ciudad de México.- El delito de invasión a la propiedad es muy recurrente en México, en especial cuando se habla de casas habitación. Según los testimonios de las víctimas de estos crímenes, la gente suele apropiarse de los inmuebles y reaccionan agresivos cada vez que se les quiere sacar. Para empeorar las cosas, en varias ocasiones no se les puede retirar, mientras que en las que sí, los criminales se aseguran de dejar destrozada la vivienda en cuestión.
Un ejemplo de ello ocurrió durante la noche del pasado martes, 27 de febrero, cuando un hombre, de 50 años, solicitó el apoyo de las autoridades para sacar a un grupo de personas que ingresaron a su propiedad y se negaban a abandonarla. Los hechos ocurrieron en las calles Luz Saviñón y Heriberto Frías, en la colonia Narvarte, de la Ciudad de México. Momentos después, las autoridades arribaron al lugar y se percataron de que los criminales se encontraban en el techo de la vivienda.
Según reportes, se trataban de 13 personas que se negaban a abandonar el inmueble, por lo que ni bien notaron la presencia de los uniformados, comenzaron a agredirlos, lanzándoles botellas de vidrio, petardos, bombas molotov y hasta gasolina. Debido a ello, los oficiales tuvieron que llamar a refuerzos para poder repeler las agresiones. En breve, el sitio estaba rodeado de cerca de 200 elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México.
La estrategia de la policía fue rodear el inmueble de tres pisos, así como cuidar las azoteas de las casas contiguas, para impedir que los agresores huyeran por alguno de los domicilios vecinos. También cerraron el paso vehicular de las calles Enrique Rébsamen, San Antonio y Luz Saviñón. Luego de una hora de enfrentamiento, las autoridades lograron ingresar a la vivienda y detuvieron sin miramientos a los 13 invasores, entre los que se encuentran: hombres, mujeres y un menor de edad de 16 años. También confiscaron un arma de fuego y bolsas con explosivos parecidos a petardos.
Una vez que los individuos fueron detenidos, las autoridades constataron que la mayoría de ellos tenían historial penitenciario por delitos contra la salud y por diversas modalidades de robo. Algunos de ellos, llevaban una vida criminal desde el año 1996, mientras que otros fueron a dar a la cárcel en el año 2020. Según reportes del artículo 385 del Código Penal Federal, la pena por invasión a la propiedad será castigado con una pena de 3 meses a 5 años de prisión.
Fuentes: Tribuna