León, Guanajuato.- En medio de la noche del pasado 9 de abril, las tranquilas calles de León, Guanajuato, se vieron sacudidas por un acto de violencia sin sentido que dejó a toda la comunidad consternada. Dos individuos, a bordo de una motocicleta y una camioneta, perpetraron un ataque cruel contra una joven pareja que paseaba con su bebé de apenas un año y ocho meses.
La madre perdió trágicamente la vida en el ataque mientras el padre utilizó a su hija como escudo para blindarse contra las balas. De modo que fue el pequeño quien recibió los impactos de fuego. El estruendo de los disparos resonó por las calles antes bulliciosas, transformándolas en un escenario de caos y desesperación. Los informes policiales revelaron que al menos cuatro balas alcanzaron al indefenso bebé, dejándolo gravemente herido. De manera urgente, fue trasladado a un hospital cercano, donde un equipo médico lucha incansablemente por salvar su vida.
Testigos presenciales, aún atónitos por la violencia presenciada, relataron la secuencia de eventos escalofriantes. Después del ataque, el padre logró escapar del lugar. No obstante, al ser alcanzado por un disparo en la pierna tuvo que buscar atención médica de emergencia en una clínica cercana. Esta tragedia ha dejado a la comunidad sumida en el dolor y la indignación.
Vecinos contaron que la joven madre que se vio envuelta en una situación de pesadilla mientras intentaba proteger desesperadamente a su pequeña hija, luego de que su pareja, identificada como Leonardo intentara arrebatársela de los brazos para esconderse tras de ella ante la inminente agresión de los sicarios. En medio del forcejeo, una ráfaga de disparos resonó en el aire, dejando a Leslie gravemente herida con impactos en las piernas y en el pecho que, trágicamente, le arrebataron la vida en un abrir y cerrar de ojos.
Este lamentable incidente se suma a una escalofriante estadística de homicidios dolosos que han azotado la región en los últimos días, consolidando a Guanajuato como uno de los estados más peligrosos del país. Entre el 8 y el 11 de abril, se registraron 35 víctimas mortales, dejando un rastro de dolor y desesperación en la comunidad.
Fuente: Tribuna Sonora