Rosarito, Baja California. - Una angustiada madre australiana, Debra Robinson, ha recurrido a las redes sociales en busca de ayuda para localizar a sus hijos, Jake y Callum Robinson, quienes se encuentran desaparecidos desde el pasado sábado en México. Los jóvenes, acompañados por un amigo estadounidense, viajaron al país para disfrutar de la práctica de surf, pero desde entonces no se ha sabido nada de ellos.
De acuerdo con el relato de la madre preocupada, sus hijos y su amigo planeaban pasar un fin de semana de camping en México y luego alojarse en un Airbnb en Rosarito, una localidad costera en Baja California. Sin embargo, no se presentaron en el lugar como estaba previsto, generando gran preocupación entre sus familiares y amigos.
La situación se vuelve aún más alarmante debido a que Callum Robinson es diabético y requiere atención médica especializada. La madre ha solicitado encarecidamente cualquier información que pueda llevar al paradero de sus hijos, subrayando la importancia de su seguridad y bienestar.
Por favor, póngase en contacto conmigo si los ha visto o sabe su paradero”, manifestó la señora.
Según informes del diario Sydney Morning Herald, los tres amigos fueron vistos por última vez el fin de semana en Santo Tomás, a más de 100 kilómetros al sur de Rosarito. Además, se ha reportado que las autoridades mexicanas detuvieron a una mujer en posesión del teléfono celular de uno de los viajeros y anfetaminas, lo que agrega un elemento preocupante a la situación.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Australia está brindando asistencia consular a la familia Robinson, que se prepara para viajar a México en busca de respuestas y apoyo en la búsqueda de sus seres queridos. Este trágico incidente evoca recuerdos dolorosos para Australia, ya que ocurre nueve años después del asesinato de los surfistas australianos Dean Lucas y Adam Coleman mientras viajaban por esta misma nación en una autocaravana.
En medio de la incertidumbre y la angustia, la esperanza de encontrar a Jake, Callum y su amigo estadounidense se mantiene viva, y la solidaridad de la comunidad internacional se hace sentir en este momento de dificultad para la familia Robinson.
Fuente: Tribuna