Ciudad de México.- Marianne Gonzaga, la joven influencer implicada en un caso de agresión física ocurrido en la alcaldía Álvaro Obregón, de la Ciudad de México fue dejada en libertad tras permanecer 5 meses en internamiento preventivo. La noticia fue confirmada este miércoles 23 de julio, marcando la conclusión de la fase inicial del proceso legal que enfrenta por presuntamente haber intentado asesinar a una joven.
El crimen, que tuvo lugar en un departamento de la mencionada demarcación capitalina, resultó en lesiones de gravedad para la también creadora de contenido Valentina Gilabert. Según los informes del caso, Gonzaga agredió a Gilabert con un arma punzocortante, infligiéndole más de una decena de heridas. Tras los hechos, la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México procedió con la detención de Gonzaga. Debido a que la acusada es menor de edad, el caso fue tratado bajo un marco jurídico especializado.
La joven fue ingresada en el Centro Especializado para Mujeres Adolescentes, donde permaneció recluida. Las autoridades determinaron que los cargos correspondían a lesiones dolosas y no a tentativa de homicidio. Fuentes cercanas al caso explicaron que la edad de la imputada fue un factor determinante en la tipificación del delito. De haber sido mayor de 18 años, habría enfrentado un proceso por tentativa de feminicidio con consecuencias penales bastante más severas.
Por su parte, la víctima, Valentina Gilabert, ha retomado sus actividades y recientemente emitió una declaración pública para aclarar su postura frente a las especulaciones que rodearon el móvil del ataque. A través de sus redes sociales, Gilabert negó categóricamente haber mantenido una relación sentimental con un tercero, José Said Becerril, mientras este aún tenía un vínculo con Marianne Gonzaga, desmintiendo así la narrativa de un supuesto triángulo amoroso.
"Nunca me metí en una relación", afirmó Gilabert, quien además lamentó los comentarios negativos que la responsabilizaban del suceso. En su mensaje, hizo un llamado a la comunidad a evitar la revictimización y a comprender que las justificaciones basadas en rumores no reflejan la realidad de los hechos. Con la liberación de Gonzaga, el caso entra en una nueva etapa, mientras ambas partes continúan manejando las secuelas personales y públicas de lo ocurrido.
Fuente: Tribuna
