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Alimentación y pobreza, cuando la canasta básica es un lujo para las familias sonorenses

En Sonora aumentó de 25.5 por ciento a 28.3 por ciento la pobreza laboral, es decir cerca de 900 mil personas no pueden comprar una canasta básica

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Ciudad Obregón, Sonora.- En Sonora, una cuarta parte de la población vive contando los centavos para ver si puede comprar un kilo de frijol o debatiendo entre adquirir huevos, leche o tortillas, porque aunque los tres elementos son esenciales, su salario no permite llevarse al plato más de uno. 

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En el marco del Día Mundial de la Alimentación, es importante abordar la incertidumbre alimentaria del cual son víctimas casi el 30 por ciento de los sonorenses debido a factores como la pobreza, el alza de la canasta básica y el bajo porcentaje de acceso a la alimentación nutritiva y de calidad. 

De acuerdo con datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) en Sonora aumentó de 25.5 por ciento a 28.3 por ciento la pobreza laboral, es decir cerca de 900 mil personas se encuentran en una situación donde sus ingresos no son los suficientes para comprar una canasta básica. 

Esto crea una deficiencia nutricional al interior de las familias, quienes se ven obligados a comprar pensando en cantidad sobre la calidad pese a estar conscientes de los riesgos que pueda traer para su salud. 

  • La pobreza y el hambre

En entrevista con TRIBUNA, la licenciada en Nutrición, Jared Estefanía, comentó que uno de los factores claves de esta problemática es que los precios de los alimentos básicos suben con bastante frecuencia, mientras que esto no sucede con el salario mínimo.

Por supuesto que afecta la nutrición de las familias. Comer sano no debería de ser caro, sin embargo el detalle es que el costo de los productos y el salario mínimo no concuerdan. Esto hace que las personas, sobre todo las de escasos recursos, consigan los alimentos que pueden llevar a sus casas por su situación económica, sin importar que estos no tengan el valor nutricional que deben tener", explicó.

Agregó que una persona que sostiene a su familia con el sueldo mínimo no destina el total de sus ganancias solamente en comida, pues debe adquirir los productos de higiene necesarios, entre otras necesidades diarias, por lo que resulta aún más difícil llevar una dieta balanceada. 

  • Falta de educación y crisis económica

Por su parte, la nutrióloga empresarial, Fabiola Lizbeth Ortiz Ramos, coincidió en que el valor económico que se requiere para adquirir en la actualidad una canasta básica no es acorde a los ingresos de gran parte de las familias, pues la pandemia terminó por afectar aún más a los ciudadanos en su situación económica. 

Sin embargo, detalló que este no es el único problema, pues dijo que la poca información y cultura nutricional que tiene la ciudadanía es otro de los factores que propician esta situación.

"Si bien es cierto que las personas no pueden adquirir en su totalidad los alimentos de la canasta básica, hay formas de comer sano de una forma económica, pero la triste realidad es que incluso aquellos que pueden adquirir estos alimentos, prefieren dirigir su presupuesto a comida considerada chatarra o refrescos, que a fin de cuentas salen más caros que algunas frutas o un kilo de frijol", mencionó.

En el caso de Obregón es una zona hortícola, la sugerencia es comprar alimentos locales, porque cuando estos vienen de fuera incluyen costos de traslados y otros aspectos que suben su precio, mientras que hay alimentos de temporada que resultan más económicos y con mejor valor nutricional", expresó.

  • Bancos, una opción

Marcela Sánchez, directora del Banco de Alimentos de Cajeme, habló sobre las dificultades que hay actualmente para la construcción de una canasta básica, pues afirmó que está cada vez la conforman más alimentos, los cuales no dejan de incrementar su precio. 

La función de este banco es acopiar alimentos que todavía tienen una vida útil pero que las empresas que los producen por cuestiones de políticas internas no los sacan al mercado. Ese alimento los productores nos lo donan y también compramos alimento de primera mano para conformar los paquetes de nuestros  beneficiarios, con el objetivo de que ellos tengan una parte de la canasta básica una vez cada semana, pero desafortunadamente no siempre podemos incluir todos los alimentos en el paquete, pues dependemos de las donaciones en una gran parte", señaló.

Recordó que actualmente dicho banco beneficia a alrededor de 5 mil 230 personas en Ciudad Obregón, entregándoles insumos como frijol, harina, arroz, aceite vegetal, pasta para sopa, entre otros productos básicos, como un apoyo para que estos puedan tener una parte de la canasta básica y poder complementar el resto en medida de sus posibilidades.

Fuente: Staff