SONORA

Miedo en la parcela: Jornaleros abandonan los campos de Guaymas por la violencia 

Desde asaltos a mano armada, ataques directos del crimen organizado, desapariciones y quema de galeras utilizadas como dormitorios, han hecho que los jornaleros sean presa del temor

Ser jornalero se ha convertido en un trabajo de riesgo en la región Créditos: Tribuna
Escrito en SONORA el

Guaymas, Sonora.- En el Valle de Guaymas no existe otra ley que la del Talión: ojo por ojo, diente por diente. Campesinos y terratenientes viven expuestos a la furia del crimen organizado, el cual se ha encargado de sembrar terror y expulsar a cientos de trabajadores. Este valle se ha caracterizado durante años por ser refugio laboral para cientos, quizá miles, de jornaleros de centro y sur del país, que han encontrado allí una tierra de oportunidades.

No se entiende la producción de los campos regionales sin la intervención de la mano de estos hombres y mujeres, incluso niños, quienes ponen su empeño para que las cosechas y siembras salgan adelante. Lo hacen por necesidad, claro queda, por mejorar una vida de precariedades, al menos por un tiempo; por ello han soportado a través de las décadas los abusos sistemáticos por parte de empleadores, coyotes y del mismo crimen.

Pero lo que viven en la actualidad superó las peores expectativas. Desde asaltos a mano armada para despojarlos de sus salarios, ataques directos del crimen organizado, desapariciones y quema de galeras utilizadas como dormitorios, han hecho que los jornaleros sean presa fácil del temor, que ha repercutido en que la mano de obra sea insuficiente en algunas etapas del ciclo agrícola.

Agustín Urías Arenas, secretario general del Sindicato de Trabajadores Agrícolas del Campo (Sincatram) expuso que por la inseguridad en el valle la mano de obra "ha bajado, la gente todavía tiene temor, pero no les queda de otra más que aguantar". El representante de los jornaleros refirió que el ciclo pasado el déficit de plazas fue de 35 por ciento, por la ola de violencia, "en el presente año ha aumentado la cantidad de trabajadores agrícolas migrantes con respecto a 2021, pero lo hacen desconfiando, preguntando como está la inseguridad".

Urías Arenas destacó que pese a las situaciones que se han presentado en el valle, alrededor de 15 mil jornaleros agrícolas se encuentran trabajando actualmente en los campos de Guaymas y Empalme, en lo que corresponde a la temporada hortícola 2022-23. "A principios del 2022, cuando las balaceras en los campos agrícolas aumentaron y existió la quema de galeras en el campo Santa Inés, hubo mucho temor de jornaleros y sí existió un bajón".

De abril de 2021, hasta marzo de 2022, se suscitaron una serie de ataques armados periódicamente contra guardias de seguridad en campos agrícolas, hechos que acrecentaban el temor de los jornaleros, muchos de ellos que llegan acompañados por sus familias. Los campos Guadalupe, Santa Inés, Santa Anita11, Loma Chilera, Malichita, entre otros, donde trabajadores han perdido la vida y otros tantos han resultado heridos.

  • No mejoran

Luis Casillas Romo, presidente del Frente Jurídico de los Derechos Humanos (FJDH) reconoció que existe poco avance en mejorar las condiciones de vida de los jornaleros que viven hacinados en galeras, son pocos los campos agrícolas que ofrecen un espacio digno a los trabajadores.

El ombudsman lamentó que el valle de Guaymas y Empalme estén pasando por una ola de violencia sin atenderse pese a los llamados de los productores agrícolas, "sabemos que hay más patrullas, pero la problemática sigue sin dar una tregua, un día se calman, pero al otro continúa la violencia en las comunidades rurales, situación que años atrás no se daban".

  • Reconocen problema

Fernando Laurencio Silva, jefe de distrito 147 de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) informó que, durante la presente temporada en el valle de Guaymas y Empalme, debido a la inseguridad que se vive en algunos campos agrícolas, ha escaseado la mano de obra y la gente del sur, está llegando en pequeños grupos y no como en otros años.

En esta temporada ha disminuido la cosecha en algunos cultivos como la calabaza, en un 20 por ciento menos, porque algunos productores decidieron llevarse las cosechas a la costa de Hermosillo, por la inseguridad y porque los jornaleros no quieren venir al valle", aceptó Laurencio Silva.

Sergio Ibarra Quintero, exregidor y líder campesino, expuso que la explotación en los jornaleros se mantiene, con bajos salarios y jornadas muy intensas e inhumanas. Recordó que desafortunadamente desde la promulgación de la Ley Agraria, cuyo objetivo jurídico era poner fin a los grandes latifundios y restituir las tierras a los sectores campesinos e indígenas, tal situación persiste en el país y en esta región sonorense.

Situaciones injustificables de abuso, explotación y violación a los derechos humanos y laborales de los trabajadores del campo, se mantienen vigentes, aunque en menor escala", recalcó el campesino.

Además, resaltó la falta de programas sociales que ayuden en el desarrollo comunitario de esa población que llega del sur del país, que es presa fácil de las drogas y, por ende, contribuye en la descomposición social que se vive en la zona rural de Guaymas y Empalme, donde hay altos índices de drogadicción y alcoholismo.

Fuente: Tribuna