Cajeme, Sonora.- La bandera de austeridad que la 4T enarbola y pregona desde el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), pasando en este caso por el gobernador Alfonso Durazo y terminando en el alcalde Javier Lamarque, es ignorada por Luis Miguel Castro Acosta, director del Organismo Operador Municipal de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento de Cajeme (Oomapasc).
De acuerdo a la documentación obtenida por este diario y contrastada con los archivos oficiales, Castro Acosta ha procurado hincarle el diente al presupuesto del organismo.
Aunque desde que fue designado como director se comprometió a atender la crisis financiera, producto de una administración desaseada en los últimos años, Castro Acosta se enfocó, según fuentes consultadas al interior del Oomapasc, a contratar a “su gente” e inflar más una nómina que ya de por sí era alta y comprometía los números oficiales.
Mientras el organismo erogó en el tercer trimestre de 2021 poco más de 13 millones de pesos mensuales en sueldos, al final del primer trimestre del año en curso la cifra supera los 19, es decir un incremento sustancial, producto de los 745 mil pesos que Castro sumó a los pagos.
Hablamos de más de diez millones de pesos anuales en posiciones que se duplicaron o que se crearon ex profeso para la ocasión.
- PESADA CARGA
Castro Acosta heredó una nómina, según los reportes de transparencia, de 16 millones de pesos mensuales, que al final del año (2021) significaron 213 millones gastados en el rubro de servicios personales (sueldos, salarios y bonificaciones del personal).
Estos montos fueron criticados por el nuevo director, quien, con un discurso de eficiencia y regulación administrativa, planteaba la posibilidad de gestionar mejor los recursos, en concordancia de la ya mencionada “austeridad republicana”.
A finales del año pasado, cuando el Sindicato del organismo exigía un incremento en sus ingresos, Castro Acosta les criticó al solicitar algo “fuera de lugar” considerando la precaria situación financiera.
Aún así, el director ha contratado (hasta el momento) a un total de treinta y tres personas que cobran 745 mil pesos mensuales brutos, cifra que anualmente, al considerar prestaciones, bonos y aguinaldo, quedará muy cerca de los diez millones de pesos.
Demasiado para un organismo que se dice en quiebra, que para finales de año pagaría 228 millones en servicios personales, quince más que el año pasado.
- IRREGULARIDADES
Fuentes internas del organismo (anónimas por temor a represalias), explicaron a este diario que el problema de la nueva nómina no estriba sólo en las contrataciones, sino que los cargos que se abrieron ya existían o fueron “inventados” para cumplir con los compromisos de la dirección general.
De hecho, de los 33 contratados, 14 dependen directamente de la dirección general y siete a la contraloría interna.
Una de las principales quejas del personal que ya se encontraba laborando en el organismo es que las plazas que se abrieron fueron para cargos de coordinación, gerencias y subgerencias, muchas de ellas que no existían y a las que no se consideró promover a algún trabajador con experiencia.
Por ejemplo, se crearon la Dirección de Programas Sociales y Desarrollo a cargo de Luis Manuel Raya Hernández, quien cobra $53,687 brutos, además de la Coordinación de la Dirección General que encabeza Dulce Castro Duarte, cuyo sueldo es de $38,909.
Además, el director Castro ordenó que se crearan la Subgerencia en Trabajo Social (21 mil pesos) y la plaza de Proyectista Institucional (14,394), entre otras.
- FAVORECIDOS
De hecho, varias de las posiciones que Castro Acosta creó tienen otro detalle irregular pues se trata de personal que durante la pasada administración fue despedida y liquidada y hoy los recontrataron respetándoles antigüedad e historial, pese a que la misma ya les fue abonada en sus liquidaciones.
La Gerencia de Sectorización e Hidrometría, la Coordinación de Cobros Especiales, Subgerencia de Contabilidad, Subgerencia de Recursos Materiales y la Coordinación de Programas Sociales y Desarrollo, entre otras, las ocupa este tipo de personal.
Cabe destacar que este diario buscó la versión oficial del director Castro Acosta, que rechazó en todo momento ofrecer explicaciones, al igual que el personal encargado del área de comunicación.
Fuente: Tribuna