Álamos, Sonora. - Como cada año, miles de personas acudieron a la tradicional cabalgata, en la procesión de la virgen de la Balvanera, la santa patrona del pueblo de ‘La Aduana’ en el municipio de Álamos.
De acuerdo al programa general, el día domingo se realizó la cabalgata, donde decenas de jinetes, oriundos del Pueblo Mágico de Álamos y sus alrededores, partieron desde el arroyo de ‘La Aduana’, hasta el templo de la virgen de la Balvanera, recorriendo más de 10 kilómetros, como parte de su fe y celebrando la aparición de su santa patrona en el pueblo minero.
Una vez iniciados los festejos, la verbena popular continuará hasta el día 18 y 21 de noviembre, donde se espera la visita de miles de peregrinos, quienes caminan desde la salida de Álamos hasta ‘La Aduana’, recorriendo más de 50 kilómetros a pie, en busca de algún milagro o por agradecimiento de alguno ya concedido.
Por parte del Comité Organizador de la Fiestas Patronales, se exhortó a los visitantes a respetar los espacios, mantenerlos limpios y seguros para los feligreses, así como de disfrutar en familia de esta tradición.
Para quien no lo sepa, la Virgen de Balvanera es una advocación mariana ubicada en La Rioja, España, y es la patrona de la comunidad. La imagen actual data del siglo XI o XII y su historia se relata en la Historia Latina de Rodrigo de Castroviejo, escrita en 1419. La leyenda cuenta que un ladrón arrepentido, Nuño Oñez, fue dirigido por un ángel a Valvanera, donde encontraría una imagen de la Virgen. Este descubrimiento condujo a la construcción del Monasterio de Valvanera en el siglo IX, donde la imagen es venerada por monjes benedictinos.
La coronación canónica de la Virgen de Balvanera tuvo lugar en Logroño en 1954. La imagen muestra a la Virgen sentada en actitud regia, con el Niño Jesús en su rodilla derecha. La Virgen sostiene delicadamente el torso de Jesús, quien bendice al fiel con ternura. María muestra su corazón maternal coronado con una flor, simbolizando las gracias que concede a sus hijos. La serpiente bajo su pie izquierdo evoca a María como la nueva Eva. El pedestal dorado hexagonal representa la miel que brotó del árbol donde se encontró la imagen.
Junto a la Virgen se exhibe un cofre lleno de joyas y reliquias, simbolizando la promesa de la Virgen de proveer bienes terrenales y celestiales a sus devotos. Las coronas de la Virgen y el Niño son tumulares, con forro azul y rojo, al estilo de la realeza española.
Fuente: Tribuna