ALFONSO DURAZO

Pese a negativa de Alfonso Durazo, Arizona aún sueñan con el agua de Sonora

Pese a que el tema parecía quedado en punto muerto, las presiones de la empresa IDE, así como el análisis positivo que hacen varios alcaldes de llevar agua del Alto Golfo de California a Phoenix y lugares circunvecinos, le mantienen vivo

Arizona aún sueñan con el agua de SonoraCréditos: Internet
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Cajeme, Sonora.- A finales del año pasado y a inicios del presente, se habló con fuerza de las intenciones de Arizona de “honrar” un acuerdo establecido con el gobierno de Claudia Pavlovich para explorar la posibilidad de desalar agua del Alto Golfo de California y llevarla hacia Phoenix.

TRIBUNA informó entonces que la empresa israelí IDE estaba detrás del proyecto, prometiendo una inversión multimillonaria que le permitiera hacer un negocio redondo y duradero con el agua del mar sonorense. Y si bien el gobernador Alfonso Durazo rechazó que la desalinización se llevará a cabo al negar un presunto acuerdo con el gobierno de Katie Hobbs, así como tachar a IDE de “poco ética”, del otro lado de la frontera no quitan el dedo del renglón.

Y es que Arizona, gracias a la llegada de grandes empresas tecnológicas, vive un momento dulce en cuanto al mercado inmobiliario, cuya expansión ha llegado incluso a páramos del desierto que hace pocos años se consideraban inhóspitos.

Arizona desea el agua de Sonora. Foto: Internet

Voracidad

Buckeye es una comunidad que solía ser pequeña, pero hoy crece de forma desmesurada. Miles de trabajadores de la construcción se apuran para levantar cientos de casas en lo que serán nuevos fraccionamientos. A tan sólo 180 kilómetros de Sonoyta, tiene todo: espacio, mano de obra, infraestructura y recursos… pero le falta agua. Esto le ha puesto en la mira de las autoridades estatales, que ya anteriormente frenaron la explosión de viviendas en Phoenix al no poder garantizarles un abasto de agua estable.

En Buckeye podría pasar algo similar si no resuelven la deficiencia. La ciudad, ubicada a menos de sesenta kilómetros de Phoenix, ha duplicado su población en los últimos diez años y aspira a ser una de las más grandes urbes del oeste estadounidense en la siguiente década.

Eric Orsborn, alcalde de Buckeye dijo a The Guardian que, si bien entiende que el gobierno estatal debe ser cuidadoso con el recurso hídrico, debe permitir que cada ciudad busque alternativas, como ya lo hacen ellos: “por eso estamos explorando, para mantenernos en marcha y permitirnos seguir creciendo al ritmo que queremos crecer”, apuntó.

Orsborn explicó al medio británico que hay disposición de explorar las posibilidades y que el dinero no tendría por qué ser un problema; medios locales reportaron que a inicios del año el ayuntamiento pagó ochenta millones de dólares por un terreno cuya extensión no es siquiera de media hectárea. Pero lo hizo para hacerse con los derechos de agua.

Seremos tan grandes o más grandes que Phoenix, en última instancia, no tenemos que tener toda esa agua resuelta hoy (…) o que tenemos que averiguar es cuál es la próxima idea loca que está ahí fuera”, añadió.

Permanente

Aún con la negativa del lado mexicano y el reclamo de ambientalistas que ven alarmante que se piense en alterar ecosistemas de ambos lados de la frontera para llevar agua a un Arizona con exceso de ambición, IDE ha continuado haciendo propuestas y ajustando su plan.

De acuerdo con la prensa estadounidense y británica, la Autoridad Financiera de Infraestructura Hídrica de Arizona (Wifa, por sus siglas en inglés), responsable de establecer un nuevo flujo de agua para la entidad norteamericana, ha asegurado que el plan en el Alto Golfo de California no está descartado.

!Esas son ideas grandes y audaces, pero no creo que ninguna esté fuera de la mesa. Vamos a buscar las ideas descabelladas y financiar las buenas”, dijo Chuck Podolak, director de Wifa.

Para Podolak, la única forma de que Arizona tenga certeza para el futuro es que proveerse de agua: “Si queremos tener esa seguridad a largo plazo, necesitamos un nuevo cubo, por así decirlo, una nueva fuente de suministro fuera del estado”, explicó a AP.

Respaldo

Investigadores de la Universidad de Arizona han declarado que el estado no debe descartar el plan de la desalinización de agua, pues ante la emergencia cualquier solución puede terminar siendo rentable y adecuada. Gabriel Eckstein, Clive Lipchin y Sharon Megda, expertos en el tema, han dicho que si bien la propuesta de IDE tiene muchos puntos que deben ser aclarados, sobre todo en cuestión de viabilidad económica, sí deben considerarse al plan como parte del modelo integral de solución a la falta de agua.

Pero, al mismo tiempo, solicitaron que se implementen modelos de gestión del líquido, hasta hoy inexistentes, esto poniendo el ejemplo israelí, donde si bien le apostaron a la desalinización, la acompañaron con programas de conservación, eficiencia y reciclaje.

Fuente: Tribuna