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Comunidad LGBT celebra el 'Día del orgullo' en Ciudad Obregón; jóvenes relatan sus historias

En entrevista para TRIBUNA, tres integrantes de la comunidad LGBT en Cajeme, relatan los obstáculos y logros que viven día a día en la lucha de un trato igualitario dentro de la sociedad

Comunidad LGBT celebra el 'Día del orgullo' en Ciudad ObregónCréditos: Tribuna
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Ciudad Obregón, Sonora.- Junio es el mes del orgullo de personas lesbianas, gays, bisexuales y transexual (LGBT), una ocasión que busca reivindicar la diversidad de orientaciones sexuales y las identidades de género, pero sobre todo el informar sobre la igualdad de talentos y lograr integrarse como personas dentro de la sociedad para desarrollar su potencial en los diferentes ámbitos de su vida.

Por lo anterior, dentro del marco de la celebración del ‘Día del Orgullo LGBT+’, en entrevista para TRIBUNA, integrantes de la comunidad LGBT en Cajeme, relatan los obstáculos y logros que viven día a día en la lucha de un trato igualitario dentro de la sociedad cajemense.

Daniel Arturo Santos, integrante de la comunidad gay, compartió que el tener una orientación sexual diferente a la considerada “normal” en Ciudad Obregón, genera conflicto entre los grupos más conservadores, argumentando que más que ser una ciudad homofóbica la discriminación viene de la cultura machista que predomina en la región, la cual considera se debe a la falta de información sobre el tema.

Sí he tenido ataques verbales por así decirlo, son personas que lamentablemente no tienen información acerca de lo que es una orientación sexual, la identidad de género, o la lucha LGBT, desde pequeño sufrí sin tener aún definida mi identidad, incluso antes de yo saber que tenía preferencias distintas, en la primaria los niños me hacían carilla, por expresar más mi lado femenino, pero entendí que ellos solamente están transmitiendo lo que los papás le inculcan, como por ejemplo, yo crecí en un ambiente en el que ser gay estaba mal, a mí me decían, es que no puedes ser gay, pero más bien más que ser gay era como que eres hombre y los hombre no pueden llorar, no pueden pararse así, no pueden comportarse de esa manera, entonces desde casa uno está viviendo con el miedo, considero que tanto primaria, secundaria y preparatoria fueron los peores años de mi vida, pero ahora ”, declaró.

Añadió que aun cuando existía gente que criticaba sus preferencias, el apoyo de su familia lo motivo a dar el paso de aceptarse y decidir entre sufrir por las críticas de la gente o vivir su vida de una manera plena y sincera.

Mi mamá al principio siendo lo tardó en entender, pero actualmente me apoya al cien por ciento, ha participado en eventos de la comunidad LGBT aquí en Obregón dando su propia experiencia como madre, mi abuela también tardó un poquito en entenderlo, pero al final me terminó aceptando. Entonces este sí fue complicado al principio porque me daban miedo que ellas no lo aceptaran, pero al pasar el tiempo lo hicieron, me amaron y lo respetaron, y actualmente vivo muy feliz en este aspecto", señaló.

  • Cultura machista

Elisa Guerrero, en representación de la comunidad lesbiana, relató que debido a la apertura que se ha dado en los últimos años en México sobre la aceptación de la comunidad LGBT, su aceptación e integración a la sociedad no fue tan duro como lo han vivido otras personas. 

Yo me abrí a conocer a las personas cuando empecé a captar lo bien que conectaba con otras mujeres, el proceso fue como solo darme cuenta y en mi familia quien primero supo fue mi abuela porque cuando yo empecé como a contárselo a mis amigos, a la gente muy cercana”, explicó.

Añadió que pese a encontrar el rechazo en un principio, la comprensión y apoyo se impuso, pero generando un temor en la familia, por lo que la sociedad pudiera hacerla sufrir. “Hablé con mi familia y me hicieron un comentario, no malo hacia mí, me dijeron aquí en tu casa, aquí con tu familia, toda la vida has estado segura, por favor ten mucho cuidado allá afuera, porque yo allá afuera no puedo cuidarte, por lo cual, en ese entonces, a mis quince, dieciséis años empecé como a tener tus escudos, porque aun hoy el decir que soy lesbiana es visto como ser algo como algo raro, y sumándole el género mujer es un mayor riesgo”.

Elisa explicó que, a diferencia de los gays, las lesbianas son sexualizadas por los hombres y rechazadas en gran parte por las mujeres.  “Me ha tocado la experiencia de que el hecho de que tú seas amable y sepan que te gustan las mujeres ya piensan que tú estás interesada en ellas, me ha tocado casos de que personas como que se alejan porque ay no entendía no y también me ha tocado verlo en amigas e inclusive casos muy drásticos como por ejemplo el de una muy buena amistad, y cuando se enteran se corta lazos y empiezan a juzgar y a expandir chismes”.

  • En busca de igualdad

Como parte del grupo transexual, Uriel Ulises señaló que a diferencia de los grupos gays, lésbicos y bisexuales, la transexualidad no es una preferencia sexual, situación que dificulta más la aceptación de la sociedad.

Yo sabía desde pequeño lo que era, pero no encontraba la forma de expresarlo, pero si tenía la convicción de querer ser reconocido como tal, que se nos categorice como queremos que nos vea la sociedad, y este fue un proceso duro, no siempre la familia esta para dar el apoyo, fue estar en guerra con mis papás, hacer mi vida a escondidas, sufrí mucho abuso verbal, pero nunca me di un paso atrás”, compartió.

En el ámbito laboral explicó que aun cuando no ha tenido muchos problemas, la comunidad trans, si vive el rechazo, sobre todo con las personas de mayor edad, pero gracias a la apertura que han logrado los colectivos, se tiene un mayor entendimiento y comprensión.

Al ser un chico transexual, la gente quiere ver que sea la clásica imagen de un macho, lo cual es una imagen falsa, soy mayormente femenino, lo cual dista de ese hombre de botas y sombrero, también piensan que como me percibo como hombre, me tienen que gustar las mujeres, pero como dije antes, no es cuestión de gustos sexuales”, señaló.

Finalmente, relató que gracias a los logros que se han tenido, como las bodas igualitarias o la posibilidad de cambiar de género en los documentos oficiales, explicando que, aunque no ha comenzado el tratamiento hormonal, se encuentra en trámites para realizar el cambio de nombre de manera oficial.

Mi nombre social es Uriel Ulises, pero mi nombre de nacimiento es Claudia Paulina, pero esto no me define, pero es un cambio que quiero realizar, no solo es un gusto es un cambio en nuestro cuerpo, nuestra identidad, la manera en que la gente nos percibe, no es una preferencia es el que nos vean como nos definimos”, finalizó.

Fuente: Tribuna