Huatabampo, Sonora.- Se estima que la actividad pesquera se ha reducido en un 80 por ciento durante los últimos dos años en las playas del Sur de Sonora, debido al riesgo de un posible ataque de tiburón. Por lo que ante el miedo, así como la necesidad de trabajar, algunos pescadores han decidido improvisar sus propias jaulas de buceo para protegerse de los escualos.
Desde el año 2022, al menos tres buzos han perdido la vida a causa de un ataque de tiburón en las costas de la Región del Mayo, el primero de ellos se registró en el mes de febrero en el Puerto de Yavaros, posteriormente ocurrió otro ataque en enero del 2023 en Paredón Colorado, mientras que el más reciente sucedió en diciembre del 2023, nuevamente en las inmediaciones del Puerto de Yavaros.
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Debido a que la pesca representa el 90 por ciento de la actividad económica en el Puerto de Yavaros, así como en las comunidades aledañas, las familias no pueden darse el lujo de parar la pesca durante un tiempo muy prolongado, ya que esto les impediría llevar el alimento a su hogar, por lo que ante la necesidad, los buzos decidieron construir sus propias jaulas anti tiburones.
“Fue una iniciativa de los buzos, quienes la empezaron a construir para protección y seguridad de ellos. Es material de varilla y de fierro, entendemos que el aluminio es mejor material por la corrosión, pero como ahorita no hay sustento económico pues se hizo una chicanada”, confesó Martín Ramón Valenzuela Ruelas, representante de la cooperativa pesquera ‘Loma Parda’.
Precisó que la medida de la jaula es de 1.80 metros de largo y 1.40 de ancho, mientras que su costo puede ascender a los cinco o seis mil pesos, incluyendo los trabajos de herrería.
“Desde que se registró el primer ataque la hizo un chavalo, ahorita por lo pronto la han de cargar unos siete buzos, pero los demás van a empezar a hacer por seguridad de ellos”, afirmó.
Sin embargo, detalló que pese a contar con su jaula de seguridad, la Capitanía del Puerto de Yavaros les prohibió profundizarse mar adentro, donde se han registrado los ataques de tiburón, por lo que los pocos que se animan a bucear en busca de callo y almeja, lo hacen cerca de la bahía.
Por ello, ante la falta de trabajo en la región, los pescadores solicitaron el apoyo de las autoridades, mediante la gestión de programas de empleos temporales, los cuales, les permitan a las familias pesqueras poder llevar el sustento a sus hogares sin la necesidad de arriesgar su vida.