DÍA MUNDIAL DE LA LUCHA CONTRA EL CÁNCER DE MAMA

“El cáncer no es sinónimo de muerte, hay una vida por que luchar”: Vianey, una sobreviviente del cáncer de mama

Gloria Vianey Leyva López relata su testimonio como sobreviviente del cáncer de mama, invitando a todas las mujeres con este padecimiento a no rendirse

“El cáncer no es sinónimo de muerte, hay una vida por que luchar”: Vianey, una sobreviviente del cáncer de mamaCréditos: Román González
Escrito en SONORA el

Ciudad Obregón, Sonora.- "El cáncer no es sinónimo de muerte, hay gente que por miedo deja pasar el tiempo sin recibir atención, miedo de un diagnóstico positivo, al propio tratamiento, pero vale la pena luchar", compartió Vianey, mujer sobreviviente al cáncer de mama.

En el Día Internacional de Lucha Contra el Cáncer de Mama, TRIBUNA entrevistó a Gloria Vianey Leyva López, quien a la edad de 36 años fue diagnosticada con la enfermedad, pero su deseo de vivir y de estar presente para seguir dando y recibiendo el cariño de su familia la motivó a enfrentar y superar el cáncer.

A siete años de que le detectaron la enfermedad, Vianey relató que gracias a la autoexploración pudo tener una detección oportuna. "Yo tenía la costumbre de hacerme la autoexploración porque a mi edad todavía no cumplía con el protocolo que piden, que es a los cuarenta años para hacerse la mastografía anual; la verdad la realizaba cada vez que me acordaba porque no tenía una rutina, y ese día me lo detecté por accidente, estaba tomando un baño en la noche y me toqué el tumor, una bolita en el pecho, me hicieron los estudios de protocolo que es mastografía y ultrasonido y el doctor decía que por las características y por lo que arrojó el resultado no era maligno".

Detalló que aun cuando no sentía algún tipo de molestia, y al llevar una vida sana, practicando deporte, la idea de que algo estaba mal no la dejaba, por lo cual su médico la programó para retirarle el tumor, hecho que derivó en la confirmación de que tenía cáncer mamario.

Yo no recibí la noticia como tal de parte del médico, yo estaba despierta cuando me operaron y cuando llegaron con los resultados le pregunte al médico y me durmieron, me durmieron porque me quisieron decirme en ese momento, cuando desperté de la cirugía no fue un médico quien me lo dijo sino que yo me di cuenta, desperté y lo que hice fue ver si tenía la mama, sí la tenía porque fue una cirugía conservadora, pero por las reacciones de todos lo imaginaba, yo estaba desesperada porque me diera la noticia, porque uno piensa que se va a morir, ya pasaron siete años y aún me afecta cada vez que me acuerdo de ese momento porque inmediatamente pensé que ya no vería a mis hijos crecer ya no estaría para mi familia”, compartió Vianey recordando en su interior el temor que sufrió al conocer la noticia.

Pero fue ese mismo miedo, el que le dio la fuerza para aceptar luchar no solo por ella, sino por su familia, sus hijos, padres, esposo, quienes saben de primera mano que la enfermedad afecta no sólo al paciente, sino a sus seres queridos.

El doctor me dijo que me van a dar quimioterapia, que era un tratamiento muy fuerte porque, además de radiaciones, me dijo que se me iba a caer el cabello, pero siempre estuve positiva, la mente es muy poderosa y fue positivo estar rodeada de gente que te apoya. La familia es fundamental para llevar el proceso con éxito y lo mejor posible".

“El cáncer no es sinónimo de muerte, hay una vida por que luchar”: Vianey

 

Es una etapa muy difícil, pero también una etapa de mucho amor. Mucha gente se acerca, gente que tenía muchísimo tiempo que no veía, otros que a veces ni me hablan se empezaron a comunicar conmigo y yo siempre lo publiqué en mis redes, porque no quería encerrarme. Yo salí a la calle normal, estaba estudiando en ese momento una maestría, trabajando aquí y en la tarde practicaba CrossFit. Terminé la maestría y así me gradué con unos paños en la cabeza. Siempre lo hice público, subía fotos hasta pelona, sin pañoletas, sin pelucas, sin nada y siempre dando mensajes positivos, animando a las demás, pues porque uno que lo vive no quisiera que la demás gente lo viva", señaló.

Pese a la fuerza de voluntad, Vianey comentó que existen momentos críticos. “El perder el cabello no me afectó tanto, lo importante era que funcionara la quimioterapia. Es un síntoma normal, eso va a pasar. El momento en que me impactó fue al verme la primera vez. Después ya lo tomé con positivismo, pero para mis papás fue como el darse cuenta de que era si estaba pasando, que era real la enfermedad”.

A siete años de vivir una época amarga en su historia de vida, Vianey compartió que pese al cariño recibido y la fuerza de voluntad por seguir luchando, había momentos difíciles. "No lo puedes creer, ¿piensas por qué? Es una pesadilla y claro, sí hay lágrimas, pero nunca pensé en rendirme, a lo mejor de repente tristeza, angustia, desesperación, impotencia, pero no una depresión, de que yo me fuera para abajo jamás, pero sí momentos de miedo y de hecho a la fecha todavía si lo recuerdo me vuelve a doler”.

El camino fue difícil, pero llegar a la meta le reditúa a la fuerte mujer una vida renovada, una perspectiva diferente de vivir, de continuar creando y compartiendo momentos con sus seres queridos y apreciando cada pequeño detalle de estar viva.

Tras el tratamiento, parece que literal acabas de nacer otra vez, porque es una nueva oportunidad, un regalo que Dios te da", relató.

Finalmente, exhortó a la prevención a hacerse la detección de cáncer de mama. “Ya sea autoexploración, si todavía no cumplen con la edad para hacerse un estudio, que lo hagan cada mes, en su casa, que vean cómo son las técnicas para la detección, y si ya cumplen con la edad vayan a hacerse sus mastografías una vez al año”.

Fuente: Tribuna