Ciudad Obregón, Sonora.- Con tan solo cinco años, la lucha por vivir y disfrutar cada momento pese a las limitantes de salud que la aquejan, Ashley Maritzel cumplió su sueño de ser soldado por un día, gracias a su contagiosa alegría que cautivó a los elementos del Sesenta Batallón de Infantería.
El haber nacido con parálisis cerebral infantil (PCI), que afecta la capacidad motora de la menor, no le ha impedido superar los límites, que para la pequeña Maritzel solo es un grado más de dificultad en su deseo de vivir una vida plena, esa fuerza de voluntad, propia de los más aguerridos soldados, la llevaron a formar parte de la tropa en el Batallón de Infantería de Cajeme.
Los límites se los ponemos nosotros como papás, ella no tiene límites, es muy inteligente y todo quiere aprender, tras sus terapias, sobre todo la hidroterapia, sí termina cansada, llega todos los días dormida por lo mismo que se cansa sus piernitas, casi no ha crecido se estanca, pero tiene el apoyo de la familia, aquí estamos y siempre vamos a estar con ellos es bien tremenda y le gusta la música, bailar sobre todo”, compartió la mamá de Ashley Maritzel.
El teniente coronel de Infantería, Pedro Francisco Avedoy Cortés, segundo comandante del Sesenta Batallón, resaltó la importancia de los programas de acercamiento civil.
Es importante que vengan ellos y nos conozcan, que conozcan a su ejército, cómo estamos organizados, qué es lo que hacemos, que vean que somos personas también, somos parte de la sociedad, siempre estamos tratando de buscar el acercamiento para que la gente tenga la confianza de poder pedir ayuda a un militar en caso de requerirlo, estamos para servir”.
Fuente: Tribuna