Ginebra, Suiza.- En febrero del año 2022, estalló un conflicto entre Ucrania y Rusia que provocó que miles de internautas se cuestionaran si la Tercera Guerra Mundial estaría cerca, lo que propició que más de uno pensará en las armas con las que, posiblemente, ambos países combatirían a su enemigo y las palabras: Bomba Nuclear no tardaron en aparecer en las tendencias de Twitter.
Si bien, el año anterior transcurrió sin ningún conflicto de esta escala, los temores de una guerra nuclear regresaron luego de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) actualizó su lista de medicamentos críticos en caso de una emergencia radiológica, cabe señalar que dicha lista es emitida en caso de un conflicto nuclear o desastres similares al visto en Chernóbil, aquel fatídico 26 de abril de 1986.
Según información de la agencia de salud de las Naciones Unidas, este tipo de medicamentos logran reducir la exposición a la radiación, también previenen lesiones, en caso de haber sido expuesto a este tipo de energía; finalmente, la OMS alertó al resto de países advirtiendo sobre la importancia de que cada gobierno del mundo se prevenga en caso de este tipo de desastres, de los cuales nadie está exento.
Y es que, aunque parezca increíble, no todas las naciones del mundo cuentan con los medicamentos necesarios para prevenir daños en la población en el escenario de una bomba nuclear o un desastre de dicha índole: "Es fundamental que los gobiernos estén preparados para proteger la salud de las poblaciones y responder de inmediato a las emergencias. Esto incluye tener suministros listos de medicamentos que salvarán vidas que reducirán los riesgos y tratarán las lesiones causadas por la radiación".
Entre los medicamentos que la OMS incluyó en su lista se encuentra el yodo, que previene la absorción de yodo radiactivo, por medio de la tiroides; Pastilla azul de Prusia, se utiliza en caso de radiación, se encarga de eliminar el cesio y el talio radiactivo en el cuerpo de la gente; otro medicamento es la citocina, que aminora el daño de la médula ósea, entre algunos otros tratamientos que prevendrían daños a mayor escala.
Fuentes: Tribuna