Ciudad de México.- Aunque son pocos, los pervertidos narcisistas disfrutan de un inmenso poder destructivo. Es el arquetipo mismo de la personalidad psicológicamente dañina: su objetivo es destruir a su víctima, negar su identidad, hacerla sufrir. En realidad, existen dos categorías de pervertidos narcisistas. Al pervertido narcisista ventajoso le gusta ser mirado: se luce, desfila, necesita ser visto y florecer en la admiración de los demás. En el otro extremo del espectro, está el pervertido narcisista 'tímido', pero es mucho más tortuoso. Bastante discreto (incluso solitario), lleva a cabo sus ataques a escondidas; sus malos tratos son más insidiosos .
Ya sea 'tímido' o ventajoso, el narcisista tiene un solo objetivo: dañar a su víctima. Utiliza armas devastadoras: acoso moral, manipulación, mentiras, violencia verbal (a veces incluso física) y humillación. Le mueve el deseo de aniquilar a su presa. Así, a la larga, la víctima del narcisista se encuentra aislada: sin medios económicos, sin teléfono, sin familia, sin compañeros, sin amigos y psicológicamente destruida. l narcisista puede ser hombre o mujer. Si bien hablamos mucho del narcisista en una relación amorosa, esta personalidad destructiva también puede florecer en una relación amistosa o familiar, en la escuela o en el entorno profesional.
- ¿Cómo es que una persona se convierte en un narcisista? En primer lugar, podría tratarse de abuso psicológico, físico o sexual durante la infancia del maltratador. Por el contrario, también podría deberse a que la persona fue criada en una atmósfera laxa y carente de reglas.
- ¿Cómo desestabilizar a un narcisista? Para la víctima sólo hay una solución: ¡escapar!
- ¿Cómo reaccionar ante un narcisista? No podemos razonar con un narcisista, como tampoco podemos animarlo a consultar a un terapeuta. No puede (¡y no quiere!) tomar conciencia de su comportamiento hiriente. En resumen: ¡es imposible transformar al lobo en cordero!
A la más mínima duda, al más mínimo comportamiento irrespetuoso (con insultos, burlas, críticas repetidas, aislamiento, violencia, etc.) en tu relación sentimental, familiar o de amistad, corre por tu vida. Si es necesario, no dudes en buscar ayuda: haz una cita con un especialista en salud mental. Cuando su víctima se va, el narcisista se derrumba. Está desestabilizado y, en cierto modo, derrotado. Lo que hay que entender es que esta personalidad perversa existe sólo para dañar a su presa: cuando desaparece, él ya no existe. Necesita visceralmente un chivo expiatorio para existir.
Fuente: Tribuna Sonora