Ciudad de México. - Después de 22 años de una sólida relación, Andrea Legarreta y Erik Rubín han decidido poner fin a su matrimonio, dejando atónitos a sus seguidores y admiradores. La noticia, que llega como un shock para muchos, fue compartida por la pareja a través de un video en el que expresaron sus sentimientos y reflexiones sobre esta difícil decisión.
Andrea y Erik, quienes eran considerados una de las parejas más estables del medio del espectáculo, revelaron que la determinación de separarse fue tomada hace más de cinco meses, pero decidieron hacerlo público para compartirlo con aquellos que han sido parte de sus vidas, tanto en el ámbito profesional como personal.
En el mensaje compartido en redes sociales, la pareja rememoró los momentos felices que vivieron juntos y destacaron el amor y la dedicación que pusieron en la construcción de su familia. Padres de dos hijas, Mía y Nina, Andrea y Erik enfatizaron el valor que tienen para ellos sus hijos, a quienes consideran sus mayores tesoros.
La historia de amor entre Andrea y Erik se remonta a su juventud, cuando coincidieron en diversos proyectos artísticos. La actriz y conductora de 51 años reveló que conoció a Erik prácticamente desde la infancia, debido a sus estudios en el Centro de Capacitación Infantil, donde también estudiaban los integrantes de Timbiriche. Sin embargo, el flechazo se dio más adelante, cuando fueron presentados por el empresario Rafael Villafañe en una discoteca.
El matrimonio de Andrea y Erik, celebrado en el año 2000 en Acapulco, fue considerado un ejemplo de estabilidad en el medio artístico, pero ahora, tras más de dos décadas juntos, han decidido tomar caminos separados.
La noticia generó una gran conmoción entre sus seguidores, quienes en ese momento expresaron su sorpresa y enviaron mensajes de apoyo y cariño a la pareja en ese momento difícil. Mientras tanto, la expareja de famosos, desde ese momento y hasta ahora, han agradecido el amor y el apoyo recibido, demostrando que, a pesar de la separación, mantienen un profundo respeto y cariño mutuo, no solo por ellos, sino también por las dos hijas que engendraron.
Fuente: Tribuna