PERDER PESO

Pierde peso con el poder de la meditación: 2 ejercicios para adelgazar sin esfuerzo

Los científicos de la Universidad de California descubrieron que con la meditación se puede romper el ciclo de las hormonas del estrés y los antojos

¿Sabías que la meditación puede ayudarte a adelgazar?Créditos: Internet
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Ciudad de México.- Las mujeres cuyos niveles de cortisol bajos perdieron mayor cantidad de grasa corporal. ¿Cuál es la razón? Cuando estamos estresados, nuestro cerebro genera antojos de azúcar. Pero cuanto más relajados estemos, menos azúcar consumimos de nuestros alimentos.

Por tanto, el primer paso para perder peso es tener una mente equilibrada. Al igual que el sueño, llega de forma natural a su debido tiempo. Pero te mostraremos dos ejercicios probados que te ayudarán a entrenar tu atención. Cuanto más lo practicas, más tensión se aleja de ti. Esto crea un nuevo espacio para cambios positivos y te acerca mucho más a tu yo soñado. 

  • La postura correcta

Antes de empezar: busca un lugar tranquilo y sin ruidos cotidianos. Como base usa una almohada plana o una manta de lana doblada. Si has estado meditando durante un tiempo, es posible que desees sentarte en un cojín de meditación un poco más alto. Muchas personas también simplemente meditan en su estera de yoga. Ahora todo lo que necesitas es un despertador o tu teléfono inteligente para poder configurar un temporizador durante la duración de tu meditación.

  1. Siéntate cómodamente con las piernas cruzadas. Importante: La posición debe ser lo suficientemente cómoda como para que puedas permanecer en ella durante varios minutos.
  2. Estira la columna y baja la barbilla hacia el esternón.
  3. Coloca tus manos sobre tus rodillas. Las palmas miran hacia arriba. El pulgar y el índice se tocan suavemente. 

Primer ejercicio (Duración de 30 minutos):

Guía tu respiración profundamente hacia tu estómago. Siente cómo la pared abdominal sube y baja nuevamente. Ahora dirige tu atención respiratoria a través de todo tu cuerpo, comenzando con tu pie izquierdo. Imagínate respirar hasta los dedos de los pies. Al exhalar, dejas que toda sensación de tensión desaparezca de tus extremidades. Repite esta respiración profunda una tras otra con la planta del pie, la parte posterior del pie, el tobillo, la pantorrilla, la rodilla y la ingle, el abdomen, las nalgas y la pelvis, bajando por la columna hasta los hombros y hasta los dedos. El cuello, la nuca, la cabeza y la cara forman el destino de tu viaje.

Segundo ejercicio (Duración de 10 minutos):

Relaja tus músculos faciales. La respiración entra tranquilamente por la nariz y sale por la boca. Dirige tu punto de concentración hacia adentro, entre las cejas o hacia el chakra del corazón en el medio del pecho. Ahora eres sólo un espectador de todo lo que sucede dentro de ti.

Fuente: Tribuna