Los Ángeles, California. - El actor Ryan Reynolds solicitó la desestimación de la demanda de 400 millones de dólares interpuesta por Justin Baldoni, argumentando que llamarlo “depredador” no constituye difamación, sino una expresión protegida por la Primera Enmienda de la Constitución de Estados Unidos.
De acuerdo con documentos judiciales obtenidos por el medio Page Six, los abogados de Reynolds sostienen que sus declaraciones sobre Baldoni reflejan su opinión personal y no constituyen una afirmación difamatoria. “El Sr. Reynolds tiene el derecho de la Primera Enmienda de considerar al Sr. Baldoni, o a cualquier hombre que él crea que acosó sexualmente a su esposa, con un ‘profundo desdén’”, se lee en la presentación legal.
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En la misma línea, el equipo legal de Reynolds, encabezado por Mike Gottlieb y Esra Hudson, enfatizó que para que haya difamación, Baldoni tendría que demostrar que Reynolds no creía en la veracidad de su declaración, lo cual no ha sido probado en la demanda. "La demanda no alega eso, y todo lo contrario, sugiere que el Sr. Reynolds realmente cree que el Sr. Baldoni es un depredador", afirmaron los abogados.
Además, mencionaron que Baldoni ha hablado en el pasado sobre superar los límites del consentimiento y que Blake Lively, esposa de Reynolds, lo ha acusado privadamente de acoso sexual en múltiples ocasiones.
La disputa legal se originó en enero de 2024, cuando Baldoni alegó que Reynolds lo llamó "depredador sexual" ante su agencia de talentos, WME, durante el estreno de Deadpool and Wolverine en julio de 2024. Según la demanda, Reynolds habría expresado su desdén por Baldoni y cuestionado la relación laboral entre la agencia y el director de Five Feet Apart, exigiendo que lo dejaran de representar.
Aunque WME negó haber recibido presión de Reynolds, terminó rompiendo lazos con Baldoni en diciembre de 2024, luego de que Lively lo acusara de acoso sexual en el set de su película It Ends With Us. Ese mismo mes, Lively presentó una demanda contra Baldoni, alegando que el actor y director organizó una campaña de desprestigio para dañar su reputación. Baldoni, por su parte, niega todas las acusaciones.
Por el momento, el tribunal debe decidir si desestima la demanda de Baldoni o si permite que el caso avance a juicio. Mientras tanto, la controversia sigue escalando, con ambas partes intercambiando acusaciones en una batalla legal que podría redefinir los límites entre la opinión personal y la difamación en Hollywood.
Fuente: Tribuna