Ciudad de México.- La reconocida actriz de melodramas, Abril Di Yoro, acaba de brindar una entrevista en la que alarmó a Televisa, y a sus miles de seguidores, debido a que confesó que pese a que se piensa que tiene todo, ella también viviría un infierno mental, debido a que tiene que trabajar en ciertos problemas y por ende buscó ayuda psicológica para poder seguir trabajando en sus problemas y no caer ahora que está estable en Vecinos.
Siendo solamente una adolescente, Abril, originaria de Argentina, decidió comenzar con su carrera, estudiando danza y teatro musical en su natal país de nacimiento, a la par de que trabajaba como modelo en varias campañas publicitarias, debutando en la actuación en el año del 2019, al participarte en el corto cinematográfico, Adagio, siguiendo por ese camino, llegando a Netflix con Secretos de verano, Los Protectores y El Último Primer Día. En el 2023 llegó a México y actualmente es parte del elenco de Vecinos.
Ahora, tras un par de años agarrando fama y presencia en la TV mexicana en la empresa San Ángel, durante una entrevista con TV Notas, ha confesado que los estándares de belleza impuestos por la sociedad la han puesto en una presión muy intensa, que la ha llevado a preocuparse mucho de su imagen, por lo que va a terapia: "Vivo la presión día a día por mi peso, mi imagen y por cómo me veo. Cada vez es más difícil alcanzar estándares de belleza que son imposibles. Ante cámara me veo más alta o más llenita. Es tema mío. Las terapias me han ayudado para los ataques de ansiedad, con mi alimentación y mi carrera".
Pero, pese a que ella siente que debe de esforzarse cada día, y busca controlar este tema de no obsesionar y caer en hábitos insanos, destacó que jamás se sometería a una cirugía, y menos si es en el rostro, pues sus expresiones lo dicen todo y son muy importantes al actuar: "No me gustan las operaciones. No estoy en contra, pero yo trabajo con mi cara y mis expresiones. No tocaría nada de mi cuerpo. Yo me cuido. Entreno muchísimo".
Finalmente, declaró que tiene básicamente toda su vida en terapia, pero que en Argentina es muy normal, lo cual le ha ayudado a no caer en un trastorno alimenticio que lejos de ayudarle, solo le perjudicaría, destacando que cada vez se ama y se acepta más a como es: "Amo comer. Como todo el tiempo. Mido y peso las cosas. Nunca estuve fuera de mi peso, pero no quería engordar. Me acostumbré a que cuando ponían el plato, quien pinchaba primero de mis hermanos era el que comía más. Tomo terapia desde hace 5 o 6 años"
Desde hace 3 años me reconozco como una gran mujer, que tiene una niña en su interior que ama lo que hace desde que tiene uso de razón", concluyó.
Fuente: Tribuna del Yaqui
